Capítulo 84

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[Editado]

_____ por fin los ojos y comprobó que se hallaba tendida en un sofá, en un salón que no conocía, iluminado por una lámpara. Su mochila estaba en el suelo, a escasa distancia, mojada y manchada de barro, y un individuo rubio y barrigudo lo observaba con preocupación.

— Hagrid se encuentra bien, niña —dijo el desconocido— mi mujer está con él. ¿Cómo te encuentras? ¿Te has roto algo más? Te he arreglado las costillas, el diente y el brazo. ¡Ah, por cierto, soy Ted! Ted Tonks, el padre de Dora

Como _____ se incorporó demasiado deprisa, vio un montón de estrellitas y se mareó.

—Voldemort...

—Tranquila, muchacha, tranquila —susurró Ted Tonks.

Le puso una mano en el hombro y la empujó suavemente para que se recostara en los cojines

—Ha sido una caída brutal. Pero ¿qué ha pasado? ¿Un fallo de la motocicleta? Arthur Weasley ha vuelto a pasarse de la raya, seguro. ¡El y sus cacharros muggles!

—No, no... —dijo _____—. Mortífagos, montones de mortífagos... Nos perseguían...

—¿Mortífagos, dices? —se extrañó Ted—¿Cómo que mortífagos? Tenía entendido que no sabían que íbamos a trasladarte esta noche; creía que...

—Lo sabían —lo interrumpió Harry. Ted Tonks alzó la vista como si pudiera ver el cielo a través del techo y afirmó

— Bueno, eso significa que nuestros encantamientos protectores funcionan, ¿no? De modo que, en teoría, los mortífagos no pueden acercarse a esta casa en un radio de cien metros, desde ninguna dirección.

Entonces _____ comprendió por qué se había desvanecido Voldemort la motocicleta había traspasado la barrera de los encantamientos de la Orden.

Deseó con ansia que éstos siguieran siendo efectivos e imaginó a Voldemort volando a cien metros de altura mientras ellos hablaban, buscando la forma de atravesar lo que  visualizó como una gran burbuja transparente.

Bajó las piernas del sofá; necesitaba ver a Hagrid con sus propios ojos para creer que estaba vivo. Sin embargo, apenas se hubo puesto en pie, se abrió una puerta y el guardabosques entró en el salón tenía la cara cubierta de barro y sangre y cojeaba un poco, pero estaba milagrosamente vivo.

—¡Harry! ¡_____!

Hagrid derribó dos mesitas y una aspidistra, recorrió la distancia que los separaba en dos zancadas y abrazó a ambos muchachos tan fuerte que casi les partió las recién reparadas costillas.

—Caray, ¿cómo han conseguido librarte de ésta? Pensé que no íbamos a contarla

—Sí, yo también. No puedo creer que... —Se interrumpió al ver a la mujer que había entrado en la habitación detrás de Hagrid— ¡Es usted! —exclamó, y metió ápidamente una mano en el bolsillo, pero estaba vacío.

—Tu varita está aquí, hija —intervino Ted dándole unos golpecitos con ella en el brazo— Estaba en el suelo, a tu lado, y yo la recogí. Y esa mujer a la que estás gritando es mi esposa.

—Oh... lo siento...

Cuando la señora Tonks se les acercó, quedó patente que el parecido con su hermana Bellatrix era menos acusado, pues tenía el cabello castaño claro y los ojos, más grandes, reflejaban mayor bondad. Sin embargo, se mostró un poco altivatras la exclamación de _____.

—¿Qué le ha pasado a nuestra hija? —preguntó— Hagrid dice que han tendido una emboscada. ¿Dónde está Nymphadora?

—No lo sé. Ignoramos qué ha sido de los demás.

The Magic Love  [Draco Malfoy Y Tu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora