Capítulo 124

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[Editado]

—¡Quedense quietos, no se muevan ! —gritó Hermione agarrándose a Ron.

—¡Limitense a mirar! —pidió Harry

— Recuerde que es una copa pequeña, de oro tiene grabado un tejón, dos asas... Y si no, a ver si ven el símbolo de Ravenclaw por algún sitio, el águila... — _____ hablo mirando al rededor

Dirigieron las varitas hacia todos los rincones, girando con cuidado sobre sí mismos.
Era imposible no rozar nada Harry provocó una cascada de galeones falsos que se amontonaron junto con los cálices Apenas les quedaba espacio el oro despedía mucho calor y la cámara parecía un horno.

La varita de _____ iluminó escudos y cascos hechos por duendes y depositados en unos estantes que llegaban al techo dirigió la luz un poco más arriba, y de pronto le dio un vuelco el corazón y le tembló la mano

— ¡Ya la tengo! ¡Está ahí arriba!

Ron y Hermione apuntaron también con sus varitas en esa dirección, y la pequeña copa de oro destelló bajo los cuatro rayos de luz era la copa que había pertenecido a Helga Hufflepuff y luego pasado a ser propiedad de Hepzibah Smith, a quien se la había robado Tom Ryddle

—¿Y cómo demonios vamos a subir hasta ahí sin tocar nada? —preguntó Ron.

—¡Accio copa! —gritó Hermione, que en su desesperación había olvidado las explicaciones de Griphook durante las sesiones preparatorias.

—¡Eso no sirve de nada! —gruñó el duende.

— Entonces ¿qué hacemos? —preguntó Harry fulminándolo con la mirada—Si quieres la espada, Griphook, tendrás que ayudarnos un poco... ¡Eh, espera! Puedo tocar las cosas con la espada, ¿verdad? ¡Dámela, Hermione!

Ella sacó el bolsito de cuentas, revolvió en su interior unos segundos y extrajo la reluciente espada. Harry la tomó por la empuñadura de rubíes, y cuando tocó con la punta de la hoja una jarra de plata que había allí cerca, no se multiplicó

— Perfecto — dijo — Ahora debería meter la espada por un asa... Pero ¿cómo voy a llegar tan arriba?

El estante en que se hallaba la copa quedaba fuera del alcance de todos, incluso de Ron, que era el más alto, y el calor que desprendía aquel tesoro encantado ascendía en oleadas.

El sudor le resbalaba a Harry por la cara y la espalda. Tenía que hallar la manera de alcanzar la copa.

El dragón rugía tras la puerta de la cámara, y los ruidos metálicos de los cascabeles se oían cada vez más fuertes.

Estaban atrapados no había forma de salir de allí salvo por la puerta, pero, a juzgar por el ruido, al otro lado había una horda de duendes.

_____ miró a sus amigos y vio
el terror reflejado en sus rostros.

— Hermione  —dijo mientras el ruido metálico seguía intensificándose— tengo que subir ahí, tenemos que deshacernos del...

La chica alzó la varita, apuntó a Harry y susurró

— ¡Levicorpus!

Harry se elevó como si lo tiraran de un tobillo y chocó contra una armadura de la que empezaron a salir réplicas, como cuerpos al rojo, que llenaron aún más la abarrotada estancia. Derribados por la avalancha de armaduras y gritando de dolor, Ron, Hermione, _____ y los dos duendes chocaron contra otros objetos que al punto se multiplicaban.

Medio enterrados en una marea cada vez mayor de tesoros candentes, forcejearon y chillaron mientras Harry metía la punta de la espada por el asa de la copa de Hufflepuff y lograba ensartarla en la hoja.

The Magic Love  [Draco Malfoy Y Tu] Where stories live. Discover now