Es difícil continuar la vida después de que una persona tan especial, de hermosos sentimientos se quita la vida dejando un halo de angustia en el silencio.
No sabe cuántas preguntas ha dejado sin respuestas, cuántas dudas se abanican en el aire dejando un sentimiento húmedo que cala cada hueso y lo peor es que va y viene de regreso.
Va y viene ese recuerdo como el viento que aparece de improviso causando un gran pánico escénico.
Aunque todo va desde el punto de vista con el cual lo quiera mirar, al final del lamento solo queda pensar en los buenos momentos que la hacían una persona diferente y especial.
Tan especial que la luz no brilla si su presencia presente no está, es una sombra que causa pesar pero a la vez provoca una inmensa paz.
Una paz de saber que al fin está descansando en paz, aunque una nota de suicidio no es suficiente para todo el dolor calmar.
Solo queda darle ese espacio al tiempo para que nuestras mentes puedan entender su decisión y de una vez por todas sanar.
Es una herida abierta, es un dolor intenso como cuando a esa herida le aplicas un poco de sal para poder limpiar.
En esta ocasión nada puede sanar esta herida que seguirá abierta de par en par, hasta el día en que nos volvamos a juntar arriba o abajo, no importará el lugar, te buscaré, te encontraré y allí mi alma podrá descansar en paz.
Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou mettre en ligne une autre image.