Capítulo 20 - ¿Celosa? No conozco esa palabra

2.5K 128 4
                                    




Pasaron tres semanas sin mucha emoción. Mi querida prima hizo alguna que otra aparición en los medios dando su versión: en la cual básicamente me dejaba como una competidora compulsiva suya. Dio a entender como que yo tenía una obsesión con ella. ¡Que caradura que era! Cuando era más que claro que la encaprichada era ella conmigo. Me llamaron varios periodistas para que hiciera una declaración, siempre respondía lo mismo: por algo se le llama vida privada, porque es PRIVADA.

Con Mat tuvimos un cuidado excesivo cuando nos veíamos en alguna noche, pero últimamente parecía que ya había perdido el interés. Me escribía muy poco seguido (por lo menos para vernos) y los tiempos entre encuentro y encuentro comenzaron a hacerse más largos entre ellos. Yo actuaba a su frente como si no me importara, lo que me hacia una mentirosa de primer nivel; porque me estaba volviendo loca su indiferencia, si no fuera por Natalia y Felipe seguramente le habría montado una escena, ellos eran mi conciencia siempre.

Esta noche nos habíamos juntados los tres, íbamos a tener una noche de mojitos hechos por el mismísimo Felipe, que al parecer era un experto. A veces cuando nos juntábamos los tres, después de unas copas Nat y yo nos poníamos demasiado cariñosas con él. Vamos a hablar francamente: si no fuera porque Felipe que es un señor y el alcohol no le pega tanto como a nosotras, ya hubiésemos hecho un trio.

Nat estaba recostada con su pecho hacia la barra y miraba atentamente a Felipe hacer su magia, yo la miraba a ella. Gonzalo después de ese finde (luego del cumpleaños de mi padre), la había vuelto a ignorar, obviamente le pinto pajaritos en el aire; creo que es esa la gran diferencia entre los dos amigos: Gonzalo es un engatusador, se hace el bueno pero es bastante mierda como hombre; mientras que Matthew te muestra lo que es, no te dibuja falsas esperanzas, siempre te enfrenta con sinceridad sobre lo que siente y quiere. Eso es algo que me cae muy bien de él, por eso no me puedo enojar con que ahora me esté ignorando y seguramente pasando sus noches con cuanta mujer se le cruce. Pero me da intriga saber ¿Qué fue lo que lo canso de mí?, porque yo estoy demasiado lejos de estar cansada de él.

- Este truco del mojito, es lo que usas para seducir a chicas ingenuas como nosotras – dijo Natalia haciéndose la pobrecita, la conocía, estaba coqueteando. No era una buena idea estos dos juntos. Esta noche iba a mantener a mi amiga cortita, aunque significara sacarla a bailar y conseguirle algún otro hombre. No quería que arruinara esto que teníamos los tres.

- No te voy a mentir, mis tragos supieron seducir... - le dijo el mirándola a los ojos. MIERDA: esto no me gustaba nada. Asi que tire un balde de agua fría a la situación:

- ¿Así que tu forma de seducir es dejar inconsciente a tus citas?

- Para nada, todo lo contrario, deja a mis citas muy activas – dijo el mirando nuevamente a Natalia. Esto ya estaba fuera de mis manos.

Felipe nos entregó nuestros tragos, puse música en nuestra televisión. Estábamos los tres sentados en la mesa del living. Charlando de cosas de la oficina, riéndonos de algunos compañeros, había varios personajes muy graciosos. Luego de unos cuantos tragos Felipe me miro y pregunto:

- ¿Con mi primo como vienen las cosas? – vi de reojo que Natalia le ponía caras para que no siguiera por ese camino, pero ya era muy tarde.

- No vienen básicamente

- ¿Cómo?

- Dejamos de vernos, bahh en realidad el dejo de escribirme, no debe querer verme más, bueno de la forma en la que nos veíamos.

- ¿y vos le escribís?

- ¿Cómo si le escribo?

- Claro, me decís que el ya no te escribe mas ¿pero y vos?

Un error para no olvidar. (Terminada)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin