Capítulo 33 - La boda parte 1

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A las nueve de la noche, llego Matthew para cenar con nosotras, Nati se había inspirado y había cocinado unas pizzas caseras, mientras yo iba preparando los toppings para ellas, Mat estaba sentado en la barra de la cocina tomando una cerveza fría.

Me pareció increíble como nosotros tres juntos preparando la cena eran muy natural, Natalia y Mat te hacían chistes entre ellos y me hacían decidir a cuál de los dos quería más, obvio que siempre opte por mi mejor amiga.

Luego de comer, deje a Nati que se vaya a dormir porque se la notaba bastante cansada, Mat y yo nos encargaríamos de lavar los platos. Éramos un equipo perfecto yo me encargaba del lavado y el del secado, mientras que nos dedicábamos a los platos, él me dijo:

- ¿Cómo esta Nati y su tema? , tiene que decirle de una vez por todas a Gonzalo...

- Estoy de acuerdo contigo pero la decisión es solo de ella. Gonzalo se va a casar en 2 meses y su novia está esperando su hijo, no es fácil Mat.

- No puedo ni imaginarme que haría yo en el lugar de Gonzalo y Nati – me dijo él de pronto.

- ¿Cómo? – le pregunte con algo de miedo, no estaba segura de querer escuchar su opinión al respecto.

- Quiero hacer muchísimas cosas antes de ser padre, por ejemplo viajar por todo el mundo durante un año entero, de mochilero, ¿no te gustaría hacerlo? , podríamos dejar nuestros trabajos en suspenso y dedicarnos un año a viajar y conocer cada lugar que siempre soñamos – me dijo el con un brillo aventurero en sus ojo, que fue un golpe de lleno a mi moral.

Simplemente le sonreí y me concentre en el plato que sostenía entre mis manos. El interpreto mi silencio como una invitación a seguir explayándose sobre ese tema, sin tener ni la más mínima pista del daño que me ocasionaban sus palabras. Si antes no encontraba el momento para decirle sobre el embarazo, ahora menos.

- Es que nuestra edad es la mejor para disfrutar sin ataduras y responsabilidad, tenemos estabilidad económica suficiente para poder gastarla en lo que nos guste en vez de pañales – me muestra su brazo y me dice – Mira lo pienso y se me eriza la piel...

Yo totalmente ida toco su brazo erizado por la repulsión que le producía la simple idea de poder tener un hijo, una idea loca golpeo mi mente, podría irme por los meses que quedaban del embarazo y luego daba al niño en adopción. Tan rápido como esa idea me llego la realidad me dio una bofetada, esta era la vida real no una telenovela Brasilera. Tenía que buscar el momento para contarle la verdad.

Vimos una película de terror, pero no me asustaba nada en comparación al miedo que me provocaba tener que sincerarme frente a Mat, estaba convencida que nuestra burbuja de perfección se iba a ir por el traste.

Sin darme cuenta, me encontré a mí misma acariciando mi abdomen en círculos, si bien no me gustaba la idea de ser madre, cada día que pasaba me hacía un poco más la idea de que sería madre en unos cuantos meses: ¿Qué clase de madre seria? No me imaginaba.

No logre dormir en toda la noche, los malos pensamientos no me dejaban cerrar los ojos. Así que a las 03 am, me levante y fui hasta el balcón a jugar un rato con SEÑOR, me senté en el piso con mi espalda apoyada en la pared terracota y mientras le tiraba la pelota de goma a mi cachorro, una y otra vez.

SEÑOR se acostó sobre mis piernas, aproveche el momento de tranquilidad para sacar mi celular y volver a mirar el último mensaje de Fran. ¿Sería una locura contestarle ahora?, cada vez que hablo con el mi cerebro se desconecta de todos los problemas y eso es lo que necesitaba en ese momento. Así que me tome una foto con SEÑOR y le mande la foto con un texto que decía: "¿MALVADA YO? Mira a SEÑOR y a mi, ¿de verdad nos ves cara de malos?"

Un error para no olvidar. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora