Capitulo 31 - ¿Comida China?

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Corrí hacia el baño y con una velocidad digna de una súper heroína limpie mi cara de los rastros de maquillaje corrido. De todas formas sabia que se iba a dar cuenta que había estado llorando, ya que mis ojos rojos e hinchados me delataban.

Le abrí la puerta de abajo y lo espere en la entrada de mi apartamento, con SEÑOR en mis brazos, realmente el nombre que le había elegido le quedaba bien a mi nuevo amiguito.

El ni bien vio a mi perro me lo saco de un tirón de mis brazos y comenzó a comportarse de una forma ridícula, le hablaba como si fuera un bebe; me pregunte si también se comportaría así con su propio hijo. Estos pensamientos me hacían mal, aún recuerdo la conversación que tuvimos al respecto, "NO QUIERO QUE ME CLAVEN UN HIJO" ¿Pensaría que lo hice apropósito?

- Sos muy lindo SEÑOR – le dijo el a mi perro, y luego agrego – Y tenes una dueña muy linda tambien. – aquellas palabras me hicieron sonreír, tal vez si se tomaría bien la noticia.

- Déjame a mi bebe – le dije yo estirando mis brazos para que SEÑOR volviera conmigo.

- Nuestro bebe, puedo ser su padrastro.

- No sé si el té aceptaría como padre... - le dije yo pinchándolo un poco.

- Estoy seguro que si, y hay que hacer que se lleve bien con Thor. – me dijo mientras me devolvía a mi cachorro, saco su celular y abrió la aplicación de PEDIDOS YA! - ¿Qué tenes ganas de comer?

- ¿Comida china? – pregunte yo, el me miro extrañando, nunca jamás había pedido algo similar, pero la realidad era que con el embarazo mis gustos no estaban del todo estabilizados, a veces me daban cosas de comer que en mi vida me gustaron.

- Dale, ya pido.

Nos pusimos a ver una peli, sentados en el sillón. Yo me recosté sobre sus piernas y el me acariciaba mi cabello. SEÑOR estaba acostado a mis pies. Estuvimos así un buen rato, tanto que creo que me quede dormida, porque me levante de golpe con el timbre de la puerta, que daba el aviso que había llegado por fin la comida.

Aproveche para también alimentar a SEÑOR con su reacción y luego nos sentamos en la mesa a comer y charlar sobre nuestro día.

- Mat, el sábado es el casamiento de mi prima ¿tu podrías acompañarme?

- Si claro. ¿estas segura que queres ir?

- En realidad no, pero tengo que ir si o si.

- Entonces no se diga más, me vas a poder pavonear de un lado a otro como tu novio trofeo.

- Eso es verdad... me quede con el heredero de oro – dije yo haciendo referencia a su apodo en los medios de comunicación.

- Lo hiciste – me dijo el mirándome a los ojos y luego agrego – Me gustaría que vinieras conmigo a España, para conocer a mis padres y mis amigos. ¡quiero que todos sepan que estamos juntos y enamorados!

- Me encantaría, pero ¿le gustare a tus padres?

- Si amor, seguro que si.

Seguimos comiendo como si no pasara nada, yo no podida dejar de pensar que me había dicho AMOR, éramos una pareja de verdad. Nos decíamos amor entre nosotros, pero yo no me animaba a contarle de que estaba irremediablemente embarazada.

¿Cómo le caería a sus padres? Su anterior nuera era la mismísima Margarita de Asturias, no creo estar a sus altura; se que provengo de una buena familia y los tíos de Mat son amigos de mis padres, pero de todas formas no soy una princesa. Me gustaría que me quisieran por mi yo real, mi yo aventurero, el que conoce a la perfección Mat, no quisiera tener que aparentar ser algo que no soy para contentar a los padres de mi pareja; ya no lo hago ni con mis padres, no quisiera dar unos cuantos pasos atrás.

Un error para no olvidar. (Terminada)Where stories live. Discover now