Nubes [México x Canadá]

94.

—Canadá, ¿qué te pusiste?

Lo miró completamente extrañado, incómodo de cierto modo. No podía ser que pasara algo así justo antes de su cita.

—Brillo labial.

Canadá sonrió, sintiendo aquella ilusión por recibir un halago o una pequeña sonrisa. Estaba tan encantado y emocionado... Que no percibió aquella expresión negativa en el tricolor.

—¿Por qué?

—Quise verme más bonito para ti.

—Pues... se ve raro... —hizo una mueca antes de encogerse de hombros—. No lo uses. Eso es de jotos.

La linda sonrisa que Canadá tuvo desde que empezó a arreglarse, terminó por borrarse.

Porque le dolió.

Ni siquiera entendía muy bien lo que "joto" significaba. Pero el tono de voz que México usó para referirse a él, terminó por destruir aquella emoción en Canadá.

—Bueno... —su sonrisa pasó a ser una mueca extraña, porque su labio inferior tembló un poquito—. Está bien... Iré... Iré a limpiarme.

—Sí, te espero.

México se acomodó en el sofá y suspiró.

Canadá agachó la cabeza y se encogió un poquito antes de apresurarse al segundo piso. Tenía ganas de llorar, porque se sintió rechazado por completo, sintió que cometió el peor error del día... o de su vida.

Pero solo suspiró y se encerró en su habitación.

Sintió pánico al acercarse a su pequeño tocador, al espejo para ser específicos, y no quiso mirarse mientras tomaba aquel pequeño frasquito que compró hace unos días con una ilusión casi infantil.

—No debí... comprarlo —miró el brillo y suspiró—. Supongo.

Sujetó aquel pequeño detalle contra su pecho y luego solo fue hasta su baño privado y lo arrojó al basurero. Se sentía tan mal por haber cometido ese error, que no solo se limpió los labios con rabia, sino que se lavó el rostro completo.

No se miró al espejo siquiera.

Bajó a prisa, ahogando el dolor de su pecho, disculpándose por la demora, sonriendo ante la sonrisa de México y tuvo la cita maravillosa de siempre.

Como era correcto.

Notas finales:

A veces somos una mierda. Hay que aceptar eso.