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El secreto será revelado...



Vivir juntos era hermoso. Despertar y abrazarse al amor de su vida, desayunar entre besitos y caricias, planear un mañanero entre juegos, darse amor en medio del estrés.

Era lindo.

Pero también tenían sus reliquias de solteros, por ejemplo, México aún conservaba su departamento, lo iba a limpiar de vez en cuando para que no se arruinara... o lo usaba cuando fingía que Canadá aún era su ligue y hacían el delicioso en secreto.

México suponía que Canadá también conservaba su departamento, aunque no hablaban mucho de eso. Al inicio no se le hizo raro, cada quien tenía sus posesiones secretas o cosas así... pero acababa de recordar algo.

—Su preciada reliquia... —recordó todo—. ¡Debe estar en su departamento!

¡Por dios!

¡¿Cómo se le pudo olvidar por tanto tiempo?!

Y es que ya vio a USA volverse loco por el accidente con el conejito que le regaló Ecuador, y terminó riéndose cuando Francia amenazó con destruir el regalo preciado que UK protegía con sensores de movimiento.

¡Olvidó la rara obsesión de esa familia por los primeros regalos de sus crush!

¡Putamadre!

El maple tenía algo tan preciado como eso, siendo una obsesión extraña heredada de familia...

Pero ¿qué era?

Tenía que descubrirlo.

Aunque había un problema.

—Tengo como diez departamentos —Canadá sonrió— los uso cuando salto de sectores entre obligaciones. Hay alguien que los limpia cada semana.

—Pero debes tener un favorito, maple... Y quiero ensuciarlo —lo miró sugerente.

—¿Ensuciarlo?

—Ya sabes... —besó a su maplecito—. Hacer el frutidelicioso en sus rincones.

—¡Mexique! —enrojeció.

—¿Qué? —el plan no era malo y las segundas intenciones tampoco— ¿no quieres?

—Para tu información... Ya lo hicimos en todos ellos...

México bufó.

No funcionó su treta por descubrir el escondite secreto de su maplecito, pero no importaba... Porque tenía un favor que cobrar... uno grandote.

—Esta es la dirección —FBI hizo una mueca—. Si le dices que yo te la di, negaré todo y me vengaré.

—No va a pasar nada, compa... Confíe en mí.

—Solo no... —la agencia suspiró y masajeó su entrecejo—. Como sea.

—Sí, sí... Salúdame a su amorcito de mi parte... Que, de no ser por mí, jamás hubiese sido tu amorcito.

Tiempo le faltó para ir al lugar secreto, pero eligió el tiempo correcto para que Canadá no lo descubriera en su investigación.

El lugar era frecuentado periódicamente por el maple, una casita en medio del bosque, de esas que usan los cazadores, sencilla y nada sospechosa.

Fue ahí donde México empezó a buscar la reliquia del maplecito.

Y obvio el lugar tenía seguridad, como era de esperarse.

Había un sótano bien protegido por acero y una de esas maquinitas que leen la huella digital. Pero México tenía sus mañanas, y consiguió la huella de su maplecito en una cinta transparente, porque se imaginó algo así como en las películas.

Así que entró con muchas ansias para averiguar cuál era el preciado tesoro...

—No puede ser...

Y terminó riéndose a carcajadas cuando vio la dichosa posesión sobre un estante de cristal y protegido con infrarrojos.

Puta que casi activa la alarma porque rodó al suelo por reírse tanto.

No lo recordó hasta ese momento, pero sí... Él le regaló eso a Canadá, cuando ni aún se lo intentaba ligar.

Aunque no fue tanto regalar, solo le pidió que le cuidara eso unos minutos... y después se le olvidó.

—Mi cartera de quesadilla... Con que ahí estabas... —miró el cristal entre risas—. Y yo creí que la perdí... Y de seguro aún tienen mis cinco pesos adentro.

Ese fue el grande secreto del Canadá.

El tesoro invaluable del maplecito.

El secreto mejor guardado por aquel pecoso de ensueño.




Notas finales:

Hace un chingo de tiempo hice un drabble de esta temática, mismo que está en el fic "Chiquis", y ahora por fin se descubrió cual es la reliquia de nuestro Canadá.

Muy impresionante. ¿A qué sí?

XD

Nubes [México x Canadá]Where stories live. Discover now