Capítulo 12.

14K 1.4K 245
                                    

Judith.

Desde que llegué a Bandera nada iba resultando como quería, por eso me mantenía bien lejos de este pueblo y me recordaba que  definitivamente ese lugar nunca lo sentiría como mío.
Nací y crecí aquí pero no soy feliz, se que mi familia ama todo de acá pero a mí no me pasaba lo mismo por eso me mantenía lo más lejos posible de todo lo que conlleva una vida de el campo.
Quedarme en este pueblo solo generaba una sensación de asfixia.

Sabía que mis hermanos no iban a comportarse, solo les bastó dos minutos que me alejé de Dominic para hacerle una de sus tantas maldades. Los muy bastardos le tiraron lodo mezclados con heces de animales generando que el pobre termine manchado y con un olor asqueroso.

- ¡No quiero que vuelvan hacerle algo parecido! - les gritó a los cinco que me observan sorprendidos por mi reacción.

- Es una broma pequeña - se excusa Rafa.

- Pequeña ni mierda, son unos desgraciados - chillo furiosa.

- ¡Dales con el palo, cuñada! - exclama Sara divertida.

- Ven muchacho - dice mi padre tapándose la nariz para guiar a Dominic dentro de la casa para que se dé un baño.

- Lo ayudamos señor - hablan sus guardaespaldas también siguiendo a su jefe.

- No lo puedo creer - mascullo.

- Solo fue una broma - repite Bayron.

- Ustedes le hacen una broma más y juro que no volveré a verlos nunca más - declaro mirándolos mal.

- ¿Lo elegirás a él ante que nosotros, que somos tu familia? - inquiere George anonadado.

- Lo elegiría a él - respondo entrando de nuevo a la casa mientras escucho que me llaman.

Estaba sumamente cabreada por la situación, no llevábamos ni una hora en esta casa que ya habían hecho una de sus maldades y si no ponía un freno en ese preciso momento sería el hazme reír en estos días.
No iba a permitir eso, más sabiendo que él me está ayudando en esto de fingir nuestro noviazgo.

- ¿Hija? - la voz de mi papá me detiene.

- Tus hijos son un desastre - digo bufando.

Él se ríe. - Son tus hermanos, no te enojes tanto - me pide tratando que razone.

- Ni una hora papá, se detienen o me voy a enojar peor - sentencio.

- Es la primera vez que te veo tan enojada, no eres así y se nota que debes querer mucho al muchacho para defenderlo como lo hiciste - comenta provocando que lo mire a los ojos.

- No se que dices papá - digo nerviosa.

- Iré a controlar a tus hermanos - dice con una gran sonrisa.

Me apoyo en la pared sabiendo que mi papá tenía razón, no se en que momento Dominic se volvió alguien tan importante y no se si lo quiero como tan dice la palabra pero me gusta que odio tener que reconocerlo.

¿Quién en su sano juicio no le gustaría un hombre como Dominic?

Es un dios alemán que te encandila con su simple sonrisa.

- Cuñada - me sobresalto al escucharla. - Perdón no quería asustarte - agrega y veo que tiene toallas en sus manos.

- ¿Qué sucede? - pregunto tratando de calmarme.

- ¡Qué pedazo de hombre ligaste! - exclama.

- Sara - me río.

- Jesús Judith, si con ropa te da un orgasmo visual sin ropa no me quiero imaginar - comenta divertida.

Detestable Amor (2°PA)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant