Capítulo 21.

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Dominic.

Mi vida es una completa miseria, desde el momento que salí de su departamento. No le encuentro palabras a lo que sucede en mi interior, soy un mar de sentimientos que está a punto de explotar por saber que la perdí para siempre.
Judith está enamorada de mí, sus ojos y sus palabras fueron tan sinceras que solo recordar ese momento me generan ganas de llorar. No sé que me pasa.
Nada volvió a ser normal desde ese día, sobre todo al darme cuenta como la jodí y la perdí por ser un idiota que se asustó ante tremenda confesión.

No sé nada de amor y que ella me confesara eso, puso mi mundo de cabeza.

- Estás un asco - afirma mi hermano al verme sentar enfrente suyo en su oficina.

- ¿Qué sucede? - inquiero bostezando. Estaba tan cansado por ese malestar que sufría hace un par de semanas, mi madre me obligó a ir al médico pero no descubrieron nada, sumando a lo mal que me sentía por estar tan lejos de ella no ayudaba y por último recién acaba de frenar un intento de violación por parte de Emma. La muy loca me había esperado en mi oficina, desnuda y lista para que tengamos sexo, así como la ví me dieron ganas de matarla, fue intensa la pelea para sacarla que terminó rompiendo todo lo que tenía a su paso. Definitivamente esa supuesta terapia que hace que Evan me comentó no le está haciendo nada y para mí se encuentra más desequilibrada de lo que ya era.

- En una hora partimos para Alemania - sentencia tomándome por sorpresa.

- ¿Por qué? - consulto confundido.

- Al parecer tenemos una hermana - me entrega un sobre color madera. - Anastasia Meitzner, veintidós años, vive en Berlín, su mamá acaba de morir y como siempre nuestro padre le dió la espalda. Se contacto conmigo pidiendo ayuda ... -

- No será una trampa de nuestro padre - comento mientras leo toda la información de nuestra supuesta hermana. Esto en verdad no me sorprendía y estoy seguro que debíamos tener más hermanos repartidos por el mundo, mi padre es de esos que no saben cómo usar un condón así que de seguro habría más Meitzner.

- No lo es, esa chica está desesperada. Tapada en cuentas y su dinero ya no le alcanza. Debemos ir por ella, no dejaremos sola a nuestra hermana - me dice con seguridad.

- ¿En cuánto sale el avión? - le pregunto, conozco a mi hermano y se que ya debe estar listo.

- En una hora - responde tecleando su celular.

- Señor - entra Frederick a la oficina y gruño. Me cae absolutamente mal este hijo de su madre que está detrás de Jud todos los días.

- No estaré en el país por unos días, necesito que cuides a Meg, a los niños y a nuestra madre - le ordena mi hermano.

- Preparando protocolo de cuidado y de viaje - dice tomando su celular.

- En una hora partimos a Alemania - agrega Christopher haciendo señas para que se retire.

- Es tu jefe de seguridad debería ir contigo - comento apretando mis manos bajo de la mesa, que él se quede solo significaba que estaría más cerca de Judith y no quería eso.

- Es mi jefe de seguridad, por eso se que armará el mejor equipo para ir con nosotros y él se quedará aquí cuidando a mi familia más sabiendo que el padre de Megan no está en la ciudad - declara tomando su celular.

Tenía un buen punto, Megan estaba viviendo en nuestra casa por unos días porque su padre estaba en un operativo por eso está con nosotros, la seguridad sobre ellos tendría que ser el triple al no estar con mi hermano. Aunque me niegue a reconocerlo Frederick es de nuestra entera confianza y pondría su vida con tal de salvar alguno de los nuestro.

Detestable Amor (2°PA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora