Ya son 6 años desde que dejé la aldea, últimamente me estoy sintiendo más ansioso que de costumbre y no puedo ignorarlo más, siento como el pecho me va a estallar, yo... lo necesito.
Fragmento de la historia:
Sus ojos buscaban con anhelo la presenci...
- ¿La habitación no fue de su agrado? – preguntó Motoi.
- Ah, sí lo fue – respondió Naruto.
- Entonces ¿Por qué luces como si no hubieras pegado un ojo en toda la noche? – preguntó Motoi.
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- Hmm – miro algo enfadado a Sasuke – tuve insomnio – dijo mientras le palpitaba el ano.
- No hagas esos sonidos Naruto – susurró en su oído.
- ¿Qué sonidos? – le susurró de vuelta.
- Esos que me piden que entre en ti otra vez –
- Aggg ¡Callate maldito! – le gritó mientras golpeaba su cabeza.
- No te preocupes, solo yo puedo escucharlos – le susurró de nuevo en el oído.
Naruto solo se tapó la cara de vergüenza y siguió caminando.
- Hemos llegado – dijo Motoi.
- ¿Esta es la segunda prueba? – preguntó Yamato.
- Exacto – dijo Motoi.
- ¿Qué es este lugar? – preguntó Kakashi.
- Este es un lugar sagrado donde los Jinchurikis han venido durante años a someterse a la ceremonia de purificación, ahí dentro es un lugar mítico donde puedes hablar con tu Bijuu de forma especial... solo los elegidos pueden pasar, para entrar deberás meter tu cabeza en la boca de la estatua, si eres un hombre de bien la puerta se abrirá, pero si hay oscuridad en tu corazón la estatua cortará tu cabeza ¿Estás listo? – dijo Bee.
- ¿Cortar su cabeza? Aunque así fuera, Naruto superó la cascada de la verdad entonces no habría problemas – pensaba Sasuke.
- Así que para eso era la primera prueba – dijo Naruto.
Cada vez menos lento mi bebé – pensó Sasuke – ¿ya será hora?
- Esto es muy riesgoso, Naruto usa un clon de sombra – dijo Yamato.
- Este es un lugar sagrado, esos trucos no funcionarán, ¡Tonto, idiota! – dijo Bee.
- Capitán Yamato, yo vine aquí a aprender a controlar el poder del Kyuubi, esto es importante para mi no puedo rendirme – dijo Naruto con tono firme.
Se acercó a la estatua y metió su cabeza – solo debo confiar en mí – pensó Naruto.
Sasuke apretaba fuertemente sus manos, cuando de pronto un grito de desesperación salía de Naruto.
Yamato corrió, tomó a Naruto y lo jaló de la estatua viendo como su cabeza había desaparecido.
Sasuke respiró profundo y soltó sus manos – vaya broma - pensó – estúpido –
