Capítulo 4: Los Lobos y La Luna

1.4K 217 25
                                    

2 años después

POV Lalisa

Irene caminaba estresada por la casa ¿Por qué razón? Se preguntarán. Pues Jennie se había transformado en Loba y no se encontraba, Irene daba vueltas como loca y había recorrido toda la propiedad buscando a mi mascota, pero como yo le había enseñado a ocultar su olor era imposible rastrearla y en estos momentos me sentía orgullosa de ella

- ¡Lalisa deberías de ir a buscarla! – yo estaba en el sofá de la sala leyendo un libro mientras Kuma estaba acostado en mis pies

- Ella aparecerá como siempre – le restó importancia y sigo en lo mío

- ¡Lalisa, ella estaba mal hoy tuvo una discusión en la escuela! – levante la vista del libro – agredió a un niño y ella se sentía fatal

- ¿Qué esperabas? – dejo el libro de lado – Jennie es una loba, una bomba ambulante

- Solo búscala, ella te hace caso – suspire y me levante

- Está bien – camine hasta ella y le bese la frente – lo que hago por ti

Di unas cuantas vueltas a la propiedad y tras darme cuenta que no estaba en casa, amplié mi búsqueda sin éxito hasta que un lugar se posó en mi mente. Camine por el gran bosque que estaba cerca de mi casa, lentamente pues no tenía apuro de nada solo quería encontrarla para que Irene me dejara en paz

Escuche algunos ruidos cercanos así que me acerque rápidamente a dónde provenía el sonido, algo no me gustaba de todo esto y sin saber dónde estaba Jennie todo era intenso. Cuando escuche otro apresure el paso y llegue a una cascada que lucía muy hermosa bajo la luz de luna, mire a todos lados y tras enfocar a la punta más alta de la cascada note que Jennie estaba sentada en lo más alto de un risco y estaba totalmente desnuda

- No debes esconderte – digo mientras camino – Irene está muy preocupada por ti

- ¿Mamá Irene te mando por mí? – ella me contesto mirándome fijamente

- Si, está preocupada porque te fuiste – llegue hasta su lugar y era más hermoso desde la vista que nos daba aquel lugar – no debes huir de esta manera, no puedo protegerte siempre

- Puedo protegerme sola – solté un bufido – soy lo bastante grande para cuidarme

- Si claro, con tan solo 7 años crees que puedes ser mejor que un vampiro – me quité la camisa que tenía y se la tendí – solo por transformarte en un lobo prematuro (algo que no era) puedes decir que puedes vencer un vampiro

- Puedo vencerte, de eso esto más que segura – ella me miró fijamente

- En el momento en que te quites esto – le jale el collar – tenemos una discusión de quien es mejor, pero mientras lo tengas seguirás siendo mi mascota

- ¿Por qué tu mascota y no tu hija como me dice Mamá Irene? – miré a Jennie y sonreí de lado

- Los lobos son seres despreciables, bueno para mí lo son – ella bajo el rostro y note que quería llorar – los lobos asesinaron a mi familia completamente – abrió sus ojos en sorpresa – por eso los odio, pero a ti no puedo odiarte – acerque mi mano y le acaricie la mejilla, sentí una corriente eléctrica en mi mano, pero no la aleje – te salve de las llamas, te acogí en mi casa, prácticamente le declare la guerra a los demás vampiros por tenerte en mi casa, te lleve a la escuela (una sola vez), te compre un Kuku que vive más conmigo que contigo, te enseñe a pelear y a cazar. No eres mi hija, eres mi mascota y solo mía – nos miramos a los ojos

- Siempre seré tu mascota – dijo ruborizada – porque te debo todo a ti – sonaba segura – Mamá Irene y tu son mi única familia – las lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas

Bajo La LunaWhere stories live. Discover now