||𝙂𝙤𝙢𝙚𝙣, 𝙏𝙨𝙪𝙠𝙠𝙞|| (𝙩𝙨𝙪𝙠𝙠𝙞𝙮𝙖𝙢𝙖)

8.

El rubio chasqueó la lengua; frustrado por su poco control sobre las palabras.

"No era el momento, seré idiota"

-Tsukki... ¿Me quieres?

"¿Cómo no iba a hacerlo?".

-Sí...

Yamaguchi abrió los ojos como platos.

-Yo también...

Tsukishima asintió como si aquella respuesta fuera esperada.

Porque la esperaba.

Porque sabía que Yamaguchi le quería, como a un gran amigo.

-¿Si tanto me quieres como tu amigo por qué no me habías contado que estás con Kiyoko-san?- preguntó con indiferencia, sin mostrar irritación.

Yamaguchi frunció el ceño.

-¿Perdón?- preguntó confuso.

-Olvídalo- murmuró, dando por hecho que la situación no iba a cambiar.

Al menos podrían seguir siendo amigos.

Daichi y Sugawara aparecieron en aquel momento, reclamando al peliverde.

-Tsukishima, ve con el resto, te esperan para la comida- ordenó el capitán- Yamaguchi, ven con nosotros.

A pesar de la reciente tensión con su amigo, Tsukishima lo miró rogando que no lo dejara solo.

Yamaguchi sacudió la cabeza, se levantó, y se acercó  a Sawamura y Koushi, no sin antes susurrarle a su compañero:

-Me debes una larga explicación luego.

Así, el chico comenzó a caminar con los de tercer año, deduciendo la razón por la que querían hablar con él.

-Verás Yamaguchi- inició Daichi- Solo queríamos hablarte sobre lo de antes... Pero tampoco buscamos incomodarte, así que si te molesta solo dilo.

Sugawara acarició el costado de su novio, dándole a entender que quería hablar él.

-Podrías habernos hablado de ello; así esto no habría sucedido. Como compañero y amigo nuestro, queremos lo mejor para el equipo y para ti, ¿De acuerdo? Eres casi como un hijo para nosotros.

Asintió; le avergonzaba aquello, pero era cierto, podía confiar en ellos. El Karasuno era su familia.

-Lo sé, siento haberos preocupado. Es algo del pasado, supongo, y no quería recordarlo.

Daichi negó con la cabeza.

-No te preocupes, lo entendemos. Por cierto, dile a Tsukishima que no tendrá castigo por lo que ha hecho, solo el sermón de antes. Por esta vez, era justo que se comportara así.

Sonrió; al menos Tsukki no iba a tener problemas por su culpa.

Pero de nuevo, le daba vueltas a lo que le había contado.

"Me quiere... ¿En qué sentido?".

"¿Qué debería decirle, qué estará pensando?".

"¿Kiyoko-san...?".

Inquieto y ansioso, se despidió de sus mayores y salió en busca suya. Llegó al comedor, y lo vio discutiendo con Kageyama.

Realmente amaba el lado competitivo y sarcástico del chico.

"Qué guapo es..." pensaba.