13.

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Sonó el timbre; se habían acabado las clases, por fin.

Hacía un día espléndido, pero Yamaguchi estaba cansado, y solo quería salir de allí y lanzarse a la cama de su novio para dormir.

"Novio" repasó mentalmente.

Aún le era difícil asimilarlo.

Repitió una vez más la palabra en su cabeza, y sonrió ampliamente.

-¿A qué le sonríes con la mirada perdida, pensando en mí?- bromeó el alto.

Yamaguchi rió mientras le miraba con ternura; cogió su mochila para marchar cuanto antes de allá y poder besar a su novio tranquilamente.

No quería que tuviera que ser así, pero por el momento, algo había que hacer.

Se cruzaron con Kageyama y Hinata, que corrían hacia la entrada compitiendo por ver quién era más rápido.

-¡Eres un lento Kageyama!
Lo que pasa es que eres pequeño y tienes menos peso que arrastrar, es por la gravedad!

Tsukishima resopló.

-Tch, idiotas.

Caminaron en un relativo silencio hasta su casa, y cuando llegaron a la entrada, el rubio se puso a buscar (en vano) sus llaves.

El otro, viéndolo impacientarse, sacó un manojo de llaves de su mochila, y poniendo una entre sus dedos índice y pulgar, le dijo riendo:

-Ahí tienes; es mi copia de las llaves de tu casa. Pero no la pierdas.

Avergonzado, las aceptó y abrió la puerta. Se descalzaron, y en cuanto cerraron la puerta, Tsukishima depositó un dulce beso en los labios de su novio.

-Llevaba todo el día queriendo hacerlo- admitió mientras subía las escaleras, yendo a su cuarto de inmediato.

-Kei, ¿ya ni saludar a tu hermano o qué? Serás maleducado...

A ambos se les fue el color del rostro.

¿Cuánto llevaba Akiteru allá?

-¿Cuánto llevas ahí?- quiso saber Tsukishima.

-Lo suficiente.

Yamaguchi quería ser tragado por la tierra en aquel momento.

-Akiteru...- comenzó a decir con calma repentina el de gafas.

-Es broma; no he visto nada, acabo de llegar ¿Por qué, acaso estabais fumando o algo así?

Yamaguchi negó enérgicamente con la cabeza, y respiró profundamente para calmarse.

-Anda Yams, vamos.

Subieron al cuarto, y cerraron la puerta.

Aún en el piso de abajo, Akiteru permanecía en shock.

"Pues al final se han dado cuenta pronto" murmuró para sí mismo.

Se había levantado del sofá para saludar a su hermano, y lo había encontrado comiéndose a su mejor amigo de la infancia.

¿Cómo se suponía que tenía que actuar un hermano mayor ante eso?

Quería darles la enhorabuena, pero estaba claro que aún no se sentían cómodos para contarlo, por lo que acabó guardándoselo para otra ocasión.

"Por ahora quizás sea mejor para ellos...".

Tsukishima se dejó caer a la cama, rendido.

||𝙂𝙤𝙢𝙚𝙣, 𝙏𝙨𝙪𝙠𝙠𝙞|| (𝙩𝙨𝙪𝙠𝙠𝙞𝙮𝙖𝙢𝙖)Where stories live. Discover now