||𝙂𝙤𝙢𝙚𝙣, 𝙏𝙨𝙪𝙠𝙠𝙞|| (𝙩𝙨𝙪𝙠𝙠𝙞𝙮𝙖𝙢𝙖)

12.

Por fin, Tadashi llegó a casa.

El reloj de su habitación marcaba las once y media, y sus padres ya estaban dormidos.

Soltó su mochila en la entrada, y corrió escaleras arriba para entrar a su cuarto.

Su cuerpo se sentía liviano, y a cada peldaño que subía, flotaba más y más en el aire.

"Debo de estar soñando" pensó al paso que analizaba lo que había ocurrido.

Su corazón parecía querer abandonar su caja torácica, y sus músculos faciales permanecían en tensión, clavando una dulce sonrisa en su rostro.

Repasó la carta una y otra vez, porque sí, Tsukishima se la había dado.

"Venga Yams, tienes que irte a casa ya. Es muy tarde, y mañana hay clase" le había recomendado su novio.

"Tsukki... Es que ahora ya no quiero separarme de ti" le había replicado el peliverde.

"¿Si te doy la carta te irás ya?" le había propuesto acariciando sus mejillas con amor mientras carcajeaba.

"Puede".

La caligrafía del rubio era hermosa, y se notaba por la simetría de cada letra que había dedicado un par de horas a redactar aquello.

Se tiró a la cama, y tapó su rostro con un cojín, ocultando una amplia sonrisa.

"¿Cuánto tiempo llevamos separados, media hora?".

Parecía mucho más.

"Creo que si le mando un mensaje tan pronto pareceré idiota... Eso es lo que dice Tsukki siempre cuando ve a Kuroo, todo el día asegurándose de que Kenma esté bien".

Encendió el móvil de todas formas, luchando contra la tentación de ser un novio pesado y pegajoso, pero para su sorpresa, tenía siete mensajes entrantes.

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Tsukki🦕❤️

A ver...

Sé que acabamos de despedirnos, y es completamente estúpido, pero quería decirte que te echo de menos.

Por cierto... Estabas muy guapo...

Osea, estás guapo todos los días, no me malinterpretes.

En fin, descansa Yams, mañana nos vemos...

Tsukki! <3
Yo a ti también.
Aww, muchas gracias.
Mañana nos vemos ;)
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Arrojó el móvil contra el escritorio, y sonrió mirando al techo.

Cogió sus auriculares, y buscó la playlist que media hora antes le había compartido el chico.

"Por cierto, te he hecho una playlist, deja que te la mande" había dicho titubeando.

Pulsó el play, y cerró los ojos.

Regálame tu risa
Enséñame a sonar
Con solo una caricia
Me pierdo en este mar

Regálame tu estrella
La que ilumina esta noche
Llena de paz y de armonía
Y te entregaré mi vida