16.

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Era una mañana fresca de primavera. El rocío se posaba sobre la hierba recién cortada, haciéndola resplandecer, y creando ese ambiente ligero y enamoradizo que caracterizaba a la estación.

Caminando por la calle ensimismado, se encontraba Yamaguchi, yendo a casa de su novio.

Reflexionaba mientras avanzaba por la silenciosa calle, observando a los pájaros que se agrupaban en los cables de alta tensión.

Llevaba saliendo con Tsukishima casi ocho meses. Y para que mentir, cada día estaba más enamorado.

Conocía a Kei de toda la vida, como persona y amigo, es cierto. Pero aquello no se podía comparar con su forma de ser como pareja.

Era otra cara de Tsukishima, y Yamaguchi se enorgullecía de ser quien la sacaba.

Poco a poco, estaban construyendo una relación estable y sana. No era ideal, pero no les hacía falta.

Se respetaban, cuidaban, apoyaban y querían mutuamente.

De hecho, Tsukishima era realmente cariñoso y dulce con él. Nunca le faltaba un texto dándole los buenos días, y el rubio siempre se preocupaba por saber si Yamaguchi necesitaba cualquier cosa.

Por otro lado, tal y como les había avisado Daichi, había personas que no lo aceptaban.

Alguna vez, al salir de clase, les habían gritado alguna tontería, y cuando iban de la mano por la calle, era imposible para ellos escapar de miradas peyorativos, o susurros y comentarios sobre ellos.

"Eh, mira... ¿Ese no es Tsukishima, el que le gusta a todas?".

"Oh... Es maricón... ¿Cómo puede haberme gustado?".

"Qué enfermos...".

"Qué asco... Esos van a mi clase".

"Eh, mira, es el chico que te gustaba, ¿no? Pues qué bien eliges... Maricón y con pareja".

Tsukishima solo los ignoraba, y seguía mirando al frente, más preocupado por Yamaguchi que por él mismo.

Yamaguchi, por otra parte, apretaba con fuerza la mano de su novio, haciendo que este le mirara, para darle una cálida y tierna sonrisa.

"Tsukki, te quiero" le susurraba en momentos como aquellos, cuando parecía no haber salida a todo aquel cúmulo de odio irracional.

Y aquello precisamente, esas tres palabras, eran todo lo que necesitaba el rubio para respirar profundamente, y seguir adelante.

A veces costaba ignorar los comentarios y juicios, pero tal y como había dicho su capitán, valía la pena.

En otra ocasión, estando con Kageyama y Hinata, les había ocurrido a los cuatro algo similar.

Tsukishima había sido arrastrado a una especie de doble cita con su novio y la otra pareja.

Iban caminando por la calle mientras charlaban alegremente. El rubio iba de la mano del peliverde, que hablaba entusiasmado con Hinata.

Kageyama y él permanecían más bien callados, centrándose más en el camino que en la compañía.

De un momento a otro, aparecieron dos chicos, bastante más mayores, y les comenzaron a seguir.

"Mira, al bajito le vuelvo heterosexual de una ostia" dijo uno, hablando más alto para que Hinata lo oyera.

Este dio un respingo, y se aferró a la mano de Kageyama, que ya había puesto mala cara.

"Bueno, y al rubio ni te cuento" añadió provocativo el otro hombre.

Kageyama frunció el ceño, lleno de rabia, y echó una mirada hacia atrás, donde estaban los hombres. Sostuvo con más fuerza la mano del pelinaranja, y le dio un beso en los labios.

"Tranquilo...".

Estos fingieron estar despistados, y ralentizaron el ritmo. Hinata suspiró aliviado, y miró a Yamaguchi, esperando que no estuviera demasiado angustiado. Al fin y al cabo, era alguien sensible.

Por el contrario, Yamaguchi sonreía dulcemente, dirigiendo toda su atención a su novio.

"No pasa nada Tsukki, te quiero" murmuraba mientras acariciaba su mano con el pulgar.

Al rato, los hombres se cansaron y se marcharon, dejándolos disfrutar del resto de la tarde.

Yamaguchi levantó la vista del suelo; había llegado a casa de Tsukishima.

Llamó al timbre, inevitablemente nervioso, a pesar de que su familia ya sabía sobre su relación y les apoyaba.

-¡Oh, cielo! Por fin llegas, Kei no para de hablar sobre los Nummulites, creo que te lo pasarás bien hoy...- le susurró riendo.

Yamaguchi esbozó una sonrisa, y se descalzó para subir a su cuarto.

Nada más entrar, el rubio le recibió con un beso en la frente, entusiasmado.

-Amor, tenemos que ver hoy un documental. Es de un paleontólogo muy popular- dijo remarcando esa última palabra.

-Haremos lo que tú quieras, Tsukki.

• • •

Eran las nueve de la noche, y ambos estaban tumbados en la cama, con las persianas bajadas.

Tsukishima tenía la espalda apoyada en la pared, y a Yamaguchi en su regazo, abrazándolo.

Sumidos en aquella oscuridad, miraban fijamente a la televisión, donde un montón de fósiles eran exhibidos.

A Yamaguchi le pesaban los párpados, y a penas podía mantenerse de pie.

-¿No te gusta esto, verdad?- preguntó un tanto avergonzado por su impulsividad- Lo siento...

El pecoso negó con la cabeza, y besó a su novio.

-No, Tsukki. Adoro cuando me hablas y enseñas sobre dinosaurios y fósiles.

El rubio sonrió un poco.

-Yams, bésame- pidió dándole la vuelta a su novio, para sentarlo sobre él cara a cara.

Yamaguchi se inclinó para sentir el pecho de Tsukishima, y unió sus labios.

Tsukishima puso sus manos en su cintura, acercándolo aún más, hasta el punto de sentir el latido de su corazón.

Acompasaron sus respiraciones, que comenzaban a ser un tanto irregulares.

A cada segundo que pasaba, la inocencia iba desapareciendo paulatinamente.

Pronto, las manos de Yamaguchi desaparecieron debajo de la camiseta de su novio, explorando torpemente su cálida piel.

El rubio no tenía mayor experiencia que él, y sin embargo, le parecía tierna esa falta de seguridad.

Sus manos pronto pasaron de estar en las caderas del pecoso, a estar en su trasero, agarrándolo firmemente.

-¿Estás bien con eso?- murmuró el bloqueador, asegurándose de no estar incomodando al chico.

En el rostro de Yamaguchi se esbozó una sonrisa. Pero no una dulce, como las que siempre regalaba a todos. Esta vez era provocativa, pícara, y solo él podía verla.

Aquella idea de ser el único que tenía la oportunidad de presenciar todas las expresiones de Tadashi le hacía sacar su faceta posesiva.

-Claro- murmuró antes de volver a unir sus labios.

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Voy a subir el siguiente capítulo seguido :3

Espero que os guste, creo que el siguiente es el último capítulo ya :')

En cuanto lo termine, empezaré algún otro fanfic de Haikyuu!
¿Que ships os gustan a vosotrxs?
Es que yo vivo por el tsukkiyama, el kuroken y el bokuaka :)))
Adoro el daisuga, el asanoya, el kiyotana, el iwaoi, el sakuatsu, ushiten, kagehina...
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||𝙂𝙤𝙢𝙚𝙣, 𝙏𝙨𝙪𝙠𝙠𝙞|| (𝙩𝙨𝙪𝙠𝙠𝙞𝙮𝙖𝙢𝙖)Where stories live. Discover now