Capítulo 4: Partido de práctica

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(Kageyama)

Era el fin de semana antes del partido de práctica, cuando recordé algo. Yo nunca había invitado a mis padres a uno de mis partidos de vóley, más que nada, porque no creí que les interesara algo que no fueran mis calificaciones...

Estaba en mi cuarto, así que, bajé las escaleras, y encontré a mis padres en la cocina. No parecían muy felices, y realmente, pensé que lo mejor era dar media vuelta eh irme, pero quiero cambiar todo, y eso también incluye estar más atento a lo que ocurre entre ellos.

-Mamá, papá, ¿está todo bien? -Pregunte, haciéndome notar.

-Sí, Tobio. No te preocupes. -Mi papá me contesto y puso una sonrisa falsa que no me gusto. - ¿Necesitabas algo? –

-Yo... voy a tener un partido de práctica el jueves... y bueno, me preguntaba... si les gustaría ir a verme... -Invitarlos no es fácil, si toda su atención está en mí...

-Bueno, puedo pedir salir antes del trabajo eh ir. -Escuche a mi madre responderme, y levante la cabeza, sorprendido.

- ¡¿Enserio?! ¡Sería genial! -Exclame.

Realmente quería que mis padres me vieran jugar...

-Yo también creo que puedo ir. -Mi papá hablo, y yo casi salté de la emoción.

Los siguientes días a esa conversación me la pase entrenando duro, quería que mis padres sonrieran al verme jugar...

Honestamente, con tantas cosas en mente, la semana se paso rápido, y cuando menos me di cuenta, ya estaba en el gimnasio, con mi uniforme de Kitagawa Daiichi, saludando a nuestros contrincantes.

Al mirar hacia las gradas, vi que todas estaban llenas, lo que dificultaba que encontrara a mis padres. El juego comenzó, y mientras esperaba en la banca, trate de ver a mi mamá, quien me había mandado un mensaje de que, ya había llegado.

Me estaba desilusionando al no encontrarla, cuando el entrenador me llamo, Oikawa-san se veía muy mal, tratando de no demostrar que le dolía su rodilla. Entre a la cancha, y fui recibido con una sonrisa por todos mis sempais, con quienes ahora me llevaba mucho mejor.

-Hey, Kageyama. Tranquilo, si no sabes a quien lanzar, recurre a mí, ¿de acuerdo? -Iwaizumi-san me dijo.

Yo asentí, y justo al tiempo que me daba la vuelta para ver la red, logré divisar a mis padres en las gradas. Mi mamá tenía una cámara en las manos, y mi padre me saludaba.

Un gran alivio me recorrió al saber que ellos estaban allí, apoyándome. Me concentre en el partido, y todo fue bien, trate de no demostrar mucho que podía lanzar la pelota con más precisión que Oikawa-san, y que mis saques no fueran tan fuertes como de costumbre.

Ganamos el primer set, y en el segundo, Kindaichi y Kunimi entraron conmigo. No me había dado cuenta antes, pero extrañaba muchísimo jugar a su lado. Lanzarles la pelota se sentía tan natural, que no podía evitar sonreír, cada vez que lo hacía.

En este segundo set, íbamos 23-24 ganando, cuando le toco servir al equipo contrario, Kunimi recibió la pelota, y yo mire a mis rematadores, tenia a un sempai, de un lado y a Kindaichi del otro... No sé si fue por la costumbre, o quizás porque los bloqueadores se centraban más en mi sempai, pero lance la pelota hacia Kindaichi y él anoto.

Todos en las gradas nos aclamaron, y mis sempais, incluido Iwaizumi-san, vinieron a abrazarnos. Los tres primeros años habíamos anotado el último punto juntos. Vi a dos de los bloqueadores de mi equipo, levantar a Kunimi y Kindaichi, y antes de que pudiera reaccionar, Iwaizumi-san me levantó a mí.

Mis dos almas gemelas y yo nos reímos, los tres estábamos muy felices, y de casualidad voltee hacia las gradas. Mis padres estaban sonriendo, y aplaudiendo.

El entrenador nos llamó, todo el equipo se reunió y él nos felicitó. Estrechamos las manos con el otro equipo, y agradecimos a las personas que nos habían ido a animar.

El equipo estaba muy feliz en los vestidores, mientras nos cambiábamos para irnos. Yo también, realmente.

-Hey, tenemos que ir a celebrar. Nuestros primeros años nos dieron el punto ganador. -Uno de los sempais casi grito.

Todos estuvieron de acuerdo, y yo consideré enviarles un mensaje a mis padres, cuando al salir, me los encontré esperándome.

-Ven aquí, mi estrella del vóley. -Mi mamá me atrajo hacia ella en un abrazo. -Grabe todo, estuviste increíble. ¡Ahora más vale que me invites a todos tus juegos! ¡Soy tu admiradora número uno! –

Casi me largué a llorar al escuchar eso, pero me contuve sonriendo.

-Me encantaría que vinieras a todos mis juegos. -Asentí.

Justo entonces, Kunimi y Kindaichi aparecieron.

-Kageyama, ¿vamos con el equipo? -Me preguntaron, saludando a mis padres.

-Oh, sí. El equipo quiere ir a celebrar. -Mire a mis padres.

-Pues ve hijo, te esperaremos en la casa con una sorpresa. -Mi papá me contesto.

Les di un abrazo, y me fui con mis almas gemelas. La celebración fue divertida, los sempais nos pagaron la cena, y estuvieron haciendo juegos ridículos por un rato. Nos separamos cerca de las diez de la noche, Kunimi y Kindaichi me acompañaron hasta mi casa.

-Oye, hoy si que fue increíble, no puedo esperar al siguiente juego. -Kindaichi estaba muy emocionado.

-Yo tampoco. -Afirme.

-Los Inter High serán pronto, no vamos a tener que esperar mucho. -Kunimi hablo. -Así que está es tu casa, Kageyama. –

Habíamos llegado, yo asentí. Me despedí con un abrazo de ambos, y los vi irse, antes de abrir la puerta. Mis padres me habían esperado con helado, y el video de mi partido en la televisión. Parece que ahora tengo dos fans en mi casa, y eso me encanta. 

Deseo concedido, pasado reconstruidoWhere stories live. Discover now