Capítulo 9: Preocupación constante

1.6K 236 14
                                    

(Kageyama)

Mantuve una semana entera, el diario de mi padre en el cajón de mi mesita de luz, antes de decidir, que era mejor que desapareciera. Nada terminaría bien si mi madre o Miwa lo encontraban, y creo... que a mi padre no le hubiera gustado que ellas se pelearan por su muerte.

Kunimi y Kindaichi, me pidieron que los llame por sus nombres, como ellos empezaron a llamarme por el mío, y estoy feliz de hacerlo. A partir de ahora, me referiré a ellos como Akira y Yuu.

Sigo intentando animar a mi madre, pero siento que es en vano... nada parece hacerla reaccionar, ni siquiera que yo me quemara la muñeca en un descuido, haciendo la cena. Hable con los padres de mis almas gemelas, porque estoy preocupado, pero ellos dijeron que todos superamos el duelo a nuestro tiempo, y no es que quiera apurar a mi madre, pero... tengo la sensación de que cada día la pierdo un poco más...

Mi equipo se ha vuelto muy fuerte con los nuevos miembros, y ya clasificamos para los Inter High. Mis sempais están decididos a que acabemos con Shiratorizawa está vez, algo que les quedo de la influencia de Oikawa-san...

Yo diría que estoy avanzando de a poco, ya casi no pienso en mi padre, pero eh comenzado a tener pesadillas sobre lo que paso la primera vez que curse la secundaria... sé que ahora estoy haciendo las cosas diferentes... aun así, no puedo dejar de repetirme que si no pude cambiar el destino de mi padre... no sé si vaya a poder cambiar el de mi madre también.

El día antes de un partido de práctica contra la secundaria Shiratorizawa, mis almas gemelas decidieron que era buena idea hacer una pijamada en casa de Akira, para que yo no me estresara. Ya de por sí, estaba algo nervioso, pues desde que Oikawa-san se fue, soy el único setter del equipo.

Debo decir, que Akira tiene una cama de lo más cómoda, y en la que entramos los tres, ya que es de dos plazas. También tiene las almohadas y mantas más suaves, algo que me encanta. Nos fuimos a dormir temprano, y creí que, al estar con mis dos almas gemelas, está noche no tendría pesadillas...

"No entendía cómo había pasado... había hecho las cosas diferente... había arreglado todo... entonces ¿por qué? ¿por qué Akira y Yuu se estaban alejando de mí? ¿Por qué mi equipo me estaba dando la espalda en el gimnasio?

La tierra bajo mis pies tembló, y una grieta se abrió, separándome de mi equipo y mis almas gemelas.

-Tobio, es tu culpa... -Me volteé ante la voz de mi padre... estaba en un ataúd. -Es tu culpa... -

-Tobio, eres un fracaso. -Mi madre estaba metida en otro ataúd, al lado de mi padre...

¡No es cierto! ¡No hice nada! ¡No se vayan! ¡Por favor! ¡Akira! ¡Yuu!

Quise alcanzar a mis almas gemelas, pero cada vez estaban más lejos...

¡No! ¡No de nuevo! ¡No! ¡NO!"

- ¡NO! -Mi propio grito me sorprendió, mientras me sentaba y miraba a mi alrededor.

- ¡¿Tobio?! -La voz de Yuu a mi lado, me asusto.

- ¿Qué pasa? -Akira, a mi otro lado, se sentó. -Tobio... ¡¿Estás llorando?! –

Ambos me abrazaron, y yo enterré mi cara, en el cuello de Yuu.

-Hey... tranquilo... fue solo una pesadilla, todo está bien... -Me empezaron a arrullar, mientras me acunaban hacia adelante y hacia atrás. -Shh... esta bien... ya paso... -

Tarde unos minutos en calmarme, antes de volver a recostarme contra el pecho de Yuu.

- ¿Quieres hablar sobre lo que paso? -Akira me pregunto, pero yo negué. -Okey, vamos a dormir entonces. –

Akira me abrazo, pegando su pecho a mi espalda y Yuu mantuvo sus manos rodeando mi cintura. Cerré los ojos, tratando de no pensar en nada... y volví a dormirme.

Por suerte, no hubo más pesadillas por esa noche. Y al día siguiente, nos enfrentamos a Shiratorizawa en el partido de práctica que nuestro entrenador hacia concertado...

Desgraciadamente perdimos, y eso avivo la llama de mis sempais con respecto a aplastarlos en el Inter High.

No falta mucho para que empiece, y estoy algo preocupado... el inició de las Inter High, dicta que no falta mucho para la fecha en que murió mi mamá...

Deseo concedido, pasado reconstruidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora