Capítulo 21: Campamento de entrenamiento

1.4K 202 90
                                    

(Kageyama)

Sé que dije que esperaba que a Karasuno le fuera mejor en este campamento de entrenamiento, pero supongo que sin Nishinoya-san, eso se complico más...

El campamento empezó hace cuatro días, y si bien, a mi equipo no le va nada mal, Karasuno recibe paliza tras paliza en los juegos... igual que la vez anterior, solo que sin mí.

De todas formas, eh podido pasar más tiempo con Suga-san y Daichi-san. Y eh entrenado con Tsukishima en el gimnasio número 3, porque Kuroo-san me arrastro ahí, aunque no es que me queje.

También, Yuu y yo hemos estado pasando algo de tiempo con chicos de Shinzen y Ubugawa. Por otra parte, Akira ahora tiene el habito de saltarse la práctica en conjunto con Kenma-san cada vez que puede, y Kuroo-san debe ir tras ellos con Bokuto-san.

Hoy, sin embargo, los capitanes decidieron intercambiar setters, por alguna razón, así que, jugare con Karasuno de nuevo.

-Hey, Kageyama. -Daichi-san se me acercó. -Parece que estarás en nuestro equipo hoy. –

-Sí, espero que podamos ganar. -Le sonreí.

Daichi-san había sido casi como un segundo padre para mí... no me gusta mucho estar en un equipo sin él, aunque Kuroo-san también es un increíble capitán...

-Yo también. -Él asintió, y me llevó con su equipo. -Bien, chicos. Kageyama será nuestro setter, así que, divirtámonos con él. –

-Prepárate para hacer todos los penaltis que no has hecho hasta ahora. -Tsukishima me susurro.

Dicho y hecho... termine haciendo penaltis con Karasuno durante toda la tarde...

¡No pudimos ganar ni un solo juego! ¡Y hecho que puedo sincronizarme tan bien como antes con ellos! Pero... no pude hacer el ataque rápido con Hinata, y... extrañamente, él pareció muy desanimado y callado... apenas si salto para bloquear a los rematadores...

Este Hinata... es diferente al que recuerdo, más callado, y creo que pesimista. No es una bola de luz y alegría...

-Oí, Hinata. -Al final del día, mientras limpiábamos me acerque a él. - ¿Estás bien? –

-Sí, ¿por qué lo preguntas, Kageyama-kun? -Él me miro, como si viera a un desconocido.

-Es solo... que parecías decaído en la práctica... -Trate de sonar convincente, ¿cómo le dices a alguien que sabes que es diferente porque ya lo conocías de un tiempo diferente? - ¿Está todo bien? –

-Sí, solo... no sé si este deporte sea para mí... no soy nada bueno... -Eso no me lo espere.

- ¿Te diviertes jugando? -Mire a Hinata con decisión. Él asintió. -Entonces, mientras te guste, sigue jugando. Si eres malo, con el tiempo mejorarás, ¿no lo crees? ... Que yo sepa, nadie nació sabiendo. –

Y, de repente... la bola de luz regreso...

- ¡¿Enserio crees eso?! ¡Gracias, Kageyama-kun! ¡Eres increíble! ¡Seamos amigos! -Hinata comenzó a saltar a mi alrededor.

No me pude librar de él, hasta la cena, cuando Yuu y Akira lo espantaron. Y Kuroo-san se burlo de mí, diciendo que parece que me hice amigo del "pequeño saltamontes" o algo así.

Comer y mantenerme despertó, fue un reto muy difícil, y al final, no logre completarlo... apenas, termine la mitad de mi comida, mi cabeza cayo sobre el hombro de Akira, y mis ojos se cerraron.

Volví a despertarme, de camino a nuestra habitación, sobre la espalda de Yuu.

-Mm, ¿me dormí? -Murmure, abrazando a mi alma gemela por el cuello.

-Sí, supongo que estabas muy cansado después de tantos penaltis con Karasuno. -Yuu se río de mí. -Ya casi llegamos a la habitación, ángel. Resiste un poco más. –

-Okey. -Asentí, pero la verdad, no resistí.

Dos minutos después de decir eso, me volví a dormir, y no me desperté hasta la mañana siguiente, cuando Yaku-san salto sobre mí.

-Arriba dormilón, todos ya están desayunando. -Me sonrió, mientras se paraba.

-Cinco minutos más. -Me di la vuelta para seguir durmiendo, y él me quito las mantas de encima. - ¡¿Por qué?! –

-El pobre esta agotado por el entrenamiento de ayer, Yakkun. No seas tan cruel. -Escuche la voz de Kuroo-san, mientras me sentaba. -Oye, Kageyama-kun. Hagamos un trato, tú te vistes, y yo te cargo hasta el comedor. –

No era un mal trato, así que lo tome. Mis piernas aun dolían de los penaltis...

Me vestí rápidamente, y cuando Kuroo-san se inclinó para que me subiera a su espalda, Yaku-san lo empujo, provocando que quedara en cuatro patas en el piso.

Con un movimiento rápido, mi sempai se subió a su espalda y me jalo a mí para que me subiera detrás de él.

-Arre caballo, vamos. -Yaku-san dijo en broma, y golpeo el hombro de Kuroo-san.

-Tienes que estar bromeando, Yakkun. No. -Nuestro capitán protesto.

- ¡Dije, arre caballo! ¡Vamos! -Yaku-san clavó sus talones en los costados de Kuroo-san, y este, quejándose empezó a caminar a cuatro patas con nosotros encima. - ¡Wi! ¡¿No es divertido, Kageyama?! ¡Más rápido, caballo! –

El resto de los capitanes, no pudieron evitar reírse, al ver a Kuroo-san caminando en cuatro patas, y a Yaku-san riéndose encima de él, conmigo detrás.

- ¡Bro! ¡¿Por qué a él si lo dejas estar arriba tuyo y a mí no?! -Bokuto-san se nos acercó.

Kenma-san también con cámara en mano, y una sonrisa siniestra.

- ¡Que conste que solo lo dejo porque es mi alma gemela! -Kuroo-san replicó. - ¡Y qué no se diga que no lo amo, porque no haría esto por nadie más! –

-También te amo, cariño. -Yaku-san le dio un beso en la mejilla a su alma gemela. - ¡Ahora, arre a la fila para que nos den el desayuno! ¡Vamos, vamos! –

-Las cosas que hace uno por su alma gemela. -Escuche murmurar a Kuroo-san, pero hizo lo que Yaku-san le pidió.

El resto de los días en el campamento fueron muy divertidos, me la pase increíble con el resto de los setters, y Hinata volvió a ser el haz de luz que me perseguía a todos lados. Yuu y Akira también se divirtieron... bueno, Yuu más que Akira, pero igual lo hicieron.

Me dio mucha tristeza que todo se terminara tan pronto, pero pacte con Hinata que nos volveríamos a ver, ya fuera en las nacionales, o en otro partido de práctica, y Bokuto-san le declaro a Kuroo-san que nos veríamos en el Torneo antes de las Nacionales, para ver qué equipo es el mejor de Tokio. 

Ya veremos quien gana.

Deseo concedido, pasado reconstruidoWhere stories live. Discover now