Underwater // YoonKi// Min Yoongi x Yoo Kihyun

Capítulo 6. Innevitable - Parte 1.

¿Se puede permanecer en un lugar, pero no sentirse parte de este? Kihyun se preguntaba mientras estaba sentado debajo del árbol de cerezos en el pasto, observando cómo la gente del Hospital Psiquiátrico de Seúl adornaba animadamente el patio para conmemorar el cumpleaños del chico del fuego, alias Jimin.

Lo observaba revolotear cual hada en el páramo, colocando las serpentinas por todo el patio y árboles. Kihyun sonreía de vez en cuando, al ver que Jimin era muy pequeño y se molestaba abultando su labio cuando no podía llevar a la copa de los árboles. Su corazón se sentía un poco cálido al ver al chico del fuego destellar tan feliz por su cumpleaños, y se sintió un poco tímido al recordar que Wonho hyung había comprado un regalo para Jimin, a sugerencia de él, porque no quería llegar con las manos vacías.

Vio a Jimin rendirse con los árboles y mirar en su dirección, por lo que lo llamó con su mano apoyada en sus rodillas dobladas para que el pequeño rubio se acercara a él. Jimin sonrió ampliamente afirmando con la cabeza y yendo en su dirección a pequeños saltitos. Al llegar al lado del pelirosa se acostó apoyando su cabeza en las piernas del mayor, con total soltura y rapidez.

-¡Estoy tan cansado hyung!, ¿Quién diría que planear una fiesta de cumpleaños sería tan difícil?- Soltó un suspiro.

-¿Qué dices?, casi todo lo han adornado los demás internos, Wonho y Jin hyung, solo te he visto vagar por los árboles, ensuciándolos y poniéndolos feos.-Dijo Kihyun de manera grosera, a lo que Jimin lo golpeó en el estómago despacio y rieron.- Es cierto, tengo un regalo para ti.

Jimin se levantó de manera brusca mirándolo fijamente. No podía creer que el chico grosero y violento de la 213 tuviera un obsequio para él, menos cuando siempre lo empujaba o era grosero al hablarle. Ansioso estiró sus manitos formando una pequeña cuna con ellas juntas esperando que Kihyun le entregará de inmediato su regalo. El pelirosa metió la mano al bolsillo izquierdo de su camiseta de hospital blanca con líneas rosas, y Jimin por primera vez pensó que el uniforme combinaba con el chico de la 213, sonrió ante el pensamiento.

Kihyun sacó de su bolsillo una pequeña pero hermosa bolsita de terciopelo rojo, adornada con una cinta dorada, y se la extendió a Jimin depositándola en sus manitos. Le indicó con su cabeza que lo recibiera o abriera, por dentro, muy ansioso y nervioso, no sabía si al pequeño rubio le gustaría su regalo.

Jimin tomó con delicadeza la bolsa y con sus manos temblorosas de la emoción desprendió la cinta dorada para mirar en el interior del bolso, asombrándose y sacando una cadena de plata, del cual colgaba un pequeño cristal que dentro tenía tallado un copo de nieve delicado y pálido, a Jimin le recordó un poco a Kihyun.

Los ojos del pequeño rubio se cristalizaron y miraron al pelirosa con emoción.

-Hyung...

-No digas nada- Kihyun indiferente dirigió la mirada hacia Wonho hyung el cual se encontraba animado hablando con Jin mientras jugueteaban con los platos y Jin regañaba a Wonho por comer los dulces antes de la celebración. – Eres el chico del fuego, no me gusta, en lo personal odio el calor, las cosas calurosas me dan ganas de vomitar, pero...- Kihyun suspiró- Si puedo dejar un poco de mi en ti y hacer que tu fuego no arda y te consuma por el resto de los días que me quedan de vida, realmente me subiría el ego y me sentiría importante para ti, para alguien. Ese copo de nieve...recuérdalo como el hyung grosero de la 213 que no se quiso acostar a tu lado la primera vez que te conoció, pero que quiere apagar de todas maneras esa ardiente llama que te calcina de a poco, para que no dejes de existir y podamos ver la mierda de Jin hyung todos los años cuando llueva del cielo.

Kihyun volvió su mirada al joven Jimin, y no se esperaba el cálido y fuerte abrazo que el chico del fuego le ofrecía. Para ser alguien cercano a las llamaradas, era de cuerpo bastante frío, pensó Kihyun. Devolvió el abrazo por unos segundos y luego apartó a Jimin con suavidad diciéndole que basta de porquerías. Jimin sonrió y se colocó el collar, sin pensar se levantó para ir a presumir su regalo con los demás, pero antes de avanzar más, se volteó mirando a Kihyun y diciéndole: