Enamorada del villano (Khan y tú)

Pizza doble

Khan giró su rostro con gesto de enfado y tomó mis muñecas con fuerza.
-No vuelvas a golpearme- dijo entre dientes -porque podría ser lo último que hicieses-
-Yo hago lo que quiero- dije seria -no eres nadie para darme ordenes-
-Claro que lo soy- dijo con una sonrisa de lado -soy el dueño de tu pensamiento, de tus besos, de tus caricias... tú eres mia-
-No soy un objeto- dije soltandome -no sabes nada sobre mí, ni siquera me conoces, puede que nos hayamos acostado pero aún así no sabes ni la mitad de mi historia-
Khan gruñó.
-Ya discutiremos más tarde en casa- dijo llendo con John.

El resto de la tarde surgió bien, logramos terminar todos los encargos del día siguiente.
Lo peor fue cuando llegamos Khan y yo a casa.
-¿Por qué me golpeaste?- dijo Khan tomandome de los brazos con fuerza.
-Porque me dio la gana de hacerlo- dije intentando soltarme.
-Pues no lo hagas de nuevo porque no sabes como soy- dijo -y no quiero hacerte daño-
-Lo dices porque no quieres que John se enfade contigo- dije viendo como sus ojos se abrían como platos -os escuché hablar y que sepas que yo no soy de las que se enamora tan facilmente como crees-
-Lo dudo- dijo con una de sus sonrisas ladeadas -todo en tus actos dice que estas perdidamente enamorada de mi como las demás sobre todo tu reacción esta mañana con las chicas-
-Piensa lo que te de la gana -dije soltandome y llamando a la pizzeria para encargar la cena.

Cuando colgué Khan me sentó sobre la mesa de la cocina y me besó con muchísima fuerza.
No me esperaba esa reacción por su parte, no quería continuar sus besos pero supo provocarme.
-Te dije que no podrías resistirte- dijo jadeando con una sonrisa.
-El besante fuiste tú no yo- dije jadeando.

Volvió a besarme esta vez con más intensidad haciendo que rodeara su cintura con mis piernas, mis manos se deslizaron a au cabello, no quería que aquello terminase.
-¿Cuánto suele tardar el repartidor?- dijo mordiendo mis labios.
-Una media hora- dije lamiendo lo suyos.
-Tenemos el tiempo necesario- dijo antes de tomarme en sus brazos y besarme con pasión.

Al poco rato ya estabamos en la cama completamente desnudos.
Khan tomo mis manos con fuerza y comenzó a besar, lamer y morder cada centímetro de mi piel haciendo que me derritiese por completo.
-Vaya estás muy húmeda ya- dijo con una sonrisa.
-Khan por favor no...- dije antes de que comenzase a introducir dos de sus dedos en mi haciendo que gimiese con fuerza.

Sus dedos entraban y salían con rapidez haciendo que cada vez estuviese más húmeda. De pronto noté como utilizaba su lengua para estimular mi clitoris, mis gemidos cada vez eran más fuertes.
Antes de volver a mis labios recorrio todo mi cuerpo con su lengua, definitivamente aquel hombre sabía como hacerme sentir una mujer de verdad.

Khan tomó mis mejillas entre sus manos y me besó mientras me penetraba con fuerza haciendome gritar.
Sus movimientos eran fuertes, violentos... Pero maravillosos.
Mis uñas recorrieron toda su espalda, ambos no dejabamos de gritar de placer fue entonces cuando Khan dijo algo que nunca olvidaría.
-Te quiero- dijo entre jadeos antes de besarme.

Llegamos juntos al orgasmo, esta vez fue mejor que la de anoche.
Aún no me creía lo que Khan había dicho pero preferí no decir nada por si acaso.
Sonó el timbre de la puerta.
Me puse una camisa de Khan y fui a abrir.
-Tu pedido de siempre- dijo el repartidor.
-Gracias Fred- dije pagandole y dandole una generosa propina.
-Jim te a puesto el doble de salsa y tienes un regalo en la bolsa de las bebidas- dijo riendo.
-Que atentos muchas gracias- dije sonriendo.
-¿Ya ha venido tu hermano? Es raro que pidas pizza doble- dijo Fred riendo.
-No es que ahora tengo compañero de piso- dije sonriendo.
-Ah genial- dijo sonriendo -bueno voy a seguir con los repartos pasalo bien -
-Adiós- dije cerrando la puerta y llendo a la cocina.

Khan aparecio con sus bóxers en la cocina.
-Que hambre tengo- dijo abriendo una de las cajas.
-Espera te vas a...- dije
-¡Mierda!- dijo contemplando su pecho manchado de salsa.
-Manchar- reí -espera yo te lo limpio-

Tomé un trapo húmedo y lo limpie con cuidado.
Él contemplaba como lo hacía.
-¿Te a gustado más hoy o anoche?- preguntó Khan con una sonrisa ladeada.
-No responderé- dije dejando el trapo en el fregadero y lavandome las manos.

Me senté frente a él y cenamos tranquilamente viendo la televisión, riendo y pasando un gran rato.