¿Qué pasaría si los personajes de The promised neverlad vivieran en un mundo normal? ¿tendrían problemas? ¿serian felices?
Bueno esta historia nos cuenta la historia de distintos personajes de TPN, centrándonos más en T/N una chica que al mudarse d...
–Así que eras tú el que tocaba esa melodía. – dije mientras me encontraba sentada a su lado, en una baquilla cercana a la sala de música.
- no T/N, no era yo, era mi corazón – hablo Nat.
–Tus melodías son geniales – Alagué, intentando conversar un poco más con él, después de todo los dos seriamos castigados por llegar tarde a clases.
–Claro que son geniales, al igual que yo.
–y ¿Quién te enseño a tocar?
- fue la magia de...
Me di cuenta que sus respuestas no serían normales. – No lo sé... pero como que prefiero ser castigada por Yugo.
–Lo lamento. Hablaré normal – Añadió Nat – Aprendí por mi cuenta, quise aprender a tocar piano y lo hice.
–Es asombroso...
–Claro que lo es, todo lo que... –Nat se detuvo al ver mi rostro de enfado – Sí, ¿decías?
–Que asombroso tu pianito – dije con voz seca y aburrida.
–Gracias – agradeció con una sonrisa.
– ¿Por qué tocas el piano solo? Creí que en esta escuela había grupos de música en los que podías intégrate.
–No... – Nat bajó la cabeza, y rápidamente la levanto con una sonrisa de egocentrismo – Ellos no merecen mi esplendida música.
Después de lo que dijo me fui, ya sabrán lo que pasó, algo como...
–¿Quieres cargar baldes de agua o de arena?
***Narrado por Norman***
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Caminar no era lo mío. Podría cansarme fácilmente si caminaba sin ningún rumbo.
Había aceptado ingresar a la lista de candidatos para ser presidente, no sabía si fue el impulso lo que me hizo aceptar, pero aún así me sentía emocionado. Detuve mis pasos ya que, si seguía sin saber a dónde ir, estaría desgastando mis energías. Escuché unas voces que provenían de la oficina de la directora, las cuales parecían estar discutiendo.
–¡Es que no han hecho nada desde que se cambiaron de clase! No merecen ni llamarse estudiantes de este lugar – Gritó la directora.
–¡Pero hemos hecho muchas cosas, hasta mejor que los demás! –Exclamó una chica de cabello castaño.
–Sí, pero exageraron ¿No lo creen? Les dije "Intégrense el club de jardinería", y que hicieron ¡Casi no hay club de jardinería!
–Nos encargamos de eliminar todas las plantas que no servían.
