La Luz de la Esperanza

Extra 5: Celebración

(Este extra se sitúa un año antes que el anterior)

Muelle de Loto estaba en paz. Los discípulos habían terminado el entrenamiento de la mañana y les había dado autorización para tener el resto del día libre. No estaba de ánimos, pero llevaba unos catorce años en que ese día lo ponía de mal humor.

Creyó que ese año quizá sería diferente, pero el sentimiento estaba más fuerte que nunca a pesar de que un par de meses atrás pudo volver a gozar de la presencia de Wei Wuxian en su hogar junto a sus dos sobrinos Lan. Apenas unos días atrás los había visto cuando hizo una corta visita a Muelle de Loto para verlos, comprobar el progreso de Jin Ling y celebrar el cumpleaños de su hermano. Seguían celebrando el mismo día que en su vida pasada, hubiera sido raro celebrarlo en otra fecha y de todos modos ni Jin Ling sabía cuándo cumplía años Mo Xuanyu.

Pero su viaje fue breve. Tenía cosas importantes que atender en casa y apenas terminó la celebración de ese día tuvo que regresar a Muelle de Loto.

Su cumpleaños había llegado. Siempre en segundo lugar. Sus amigos siempre hacían una gran fiesta nocturna –con licor de contrabando y comida que conseguían en el pueblo– para el cumpleaños de Wei Wuxian, pero en cambio su celebración era más modesta y ceremonial, reservada para los invitados de sus padres que asistían a presentar sus felicitaciones al joven heredero, y nunca había podido celebrar con sus amigos aunque Yanli y Wei Wuxian intentaban compensárselo de alguna forma.

Él odiaba las celebraciones protocolarias y cuando tomó el papel de líder las eliminó bajo la excusa de que estaban en guerra y eran formalidades innecesarias en esos momentos. Jamás las reanudó. Su hermano había renunciado a la secta y su hermana ahora pertenecía a otra. No tenía a nadie con quien celebrar el estar vivo.

Y luego sus hermanos murieron. ¿Cómo podía celebrar ser el único con vida?

Pero se esforzó porque Jin Ling tuviera los mejores cumpleaños, no solo las celebraciones formales en Lanling, sino pequeñas fiestas solo ellos dos. No podía darle amigos con quienes jugar y celebrar o hacer travesuras como él con Wei Wuxian y los demás discípulos en su juventud, pero le podía dar otra clase de buenos recuerdos.

Su cumpleaños era solo un fastidio. No quería celebrarlo.

Y creía que estaba bien, que ya había logrado asimilar que siempre estaría solo en ese día. Pero desde que su estúpido hermano había vuelto a poner su vida de cabeza ya nada estaba bien. No quería estar solo ese día, pero tampoco quería hacer una celebración e invitar a todos. Estaban muy ocupados en sus propios asuntos, seguro no podrían ir.

Se dirigió hacia el patio de atrás que era de su uso privado y que ahora era el hogar de los cuatro cachorros que corrieron hacia él cuando lo vieron acercarse. Él llegó al último escalón y se sentó allí para complacer a los perritos que tanto reclamaban su atención. Al menos ellos eran su compañía ahora.

De repente escuchó el agudo llanto de un bebé, pero no era cualquier bebé, él reconocía ese llanto y de inmediato siguió el sonido hacia la veranda. No solo él se sorprendió por lo que encontró al llegar sino que también los presentes fueron sorprendidos.

—Ah... allí se fue nuestra sorpresa —exclamó Wei Wuxian al verse descubierto junto a su esposo, Lan Jingyi y Lan Xichen intentando decorar un poco el lugar—. ¿Qué haces aquí? Deberías estar atendiendo tus cosas de líder.

Jiang Cheng frunció el ceño, pero no respondió porque no iba a contarle a nadie que se tomó la tarde libre porque la fecha le deprimía.

—Tú ocúpate de tu hijo antes que se desgarre la garganta y alguien más explíqueme qué están haciendo ustedes aquí.