Noche

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Ambos estaban sudorosos, profundamente exhaustos y, también, sumamente enamorados. Cuando por fin decidieron separarse para vestirse, echar a lavar las sábanas y limpiar el estropicio en la tarima del comisario, fue el momento en que Volkov reparó en un ínfimo detalle que cubría la piel de Horacio. No se fijó durante la cópula, porque estaba demasiado absorto en memorizar las facciones lujuriosas del pelirrojo bajo él, así que en el momento que reparó en el mismo sus músculos se contrajeron, estancándolo en su lugar.

—Horacio, ¿qué... qué tienes en la piel? ¿Qué es ese tatuaje?— inquirió perplejo, aunque tratando de ocultar su impresión bajo su fachada impasible. El nombrado dirigió su vista hacia su pelvis, atendiendo las marcas de tinta sobre su tez y sonriendo por ellas. Había familiarizado hasta tal extremo los dibujos que lo cubrían que ni siquiera rememoró el enseñar el mismo al comisario.

—Es... es por ti, Viktor.— susurró con una capa de rubor tintando sus mejillas.— La idea era que lo vieras cuando estuviéramos... en el lío. Pero me olvidé de enseñártelo y como encima me quitaste los pantalones cuando ya estabas encima de mí tampoco lo viste.— Volkov abrió sus ojos azulados, rezumados por el pasmo ante la confidencia de su menor en rango, fijando sus orbes de nuevo en el boceto para delinearlo y cerciorarse de que no estaba soñando, que aquello era real.

"V."

Y lo era. La inicial estaba trazada en tinta con un punto, como una especie de alegoría y emblema de su relación, tan elegante y significativa como la personalidad del comisario.

—¿Por qué?— preguntó el ruso. No podía llegar a comprender el porqué de aquel acto. Para él, impregnar su piel con tatuajes ya era algo que debía sopesar durante mucho tiempo, pero nunca sellaría nada relacionado con algún conocido o allegado. Ni siquiera lo hizo con Ivanov, al que llegó a considerar como la persona más importante de su vida.

—Porque eres tú. Y sé que te voy a querer toda la vida.— zanjó. Quizá Horacio era demasiado soñador e iluso, o quizá Volkov era demasiado escéptico y pesimista, pero el comisario por un momento se preocupó por lo abocado que estaba a que la relación funcionara a toda costa. Amaba a su alumno, estaba claro, pero era incapaz de eliminar su consciencia, que le avisaba de que eso había sido un acto alocado y sin premeditar, uno que probablemente nunca debería haber hecho. Eran policías, y ambos sabían que en cualquier momento todo se podía torcer gracias a su trabajo. E incluso si eso no ocurriera, a penas tenían poco más que nada.

¿Estaban enamorados? Sí. ¿Acababan de hacer el amor? Sí. ¿Esto podía ser esporádico y fracturarse en un futuro? También.

—Horacio...— masculló. No sabía cómo continuar sin herirlo.— Es un detalle por tu parte, pero... ¿entiendes los riesgos que conlleva? No es descabellado pensar que esto puede terminar en...— dudó antes de decirlo, pero sabía que era su responsabilidad alertarlo.—... nada.— el nombrado lo observó con una sonrisa forzada. Volkov entrevió que estaba tratando de no lucir desalentado por la sola idea de un fin para esto que comparten.

—Lo entiendo... Pero sé que en mi vida me arrepentiría de esto. Nunca me he enamorado tanto de alguien como de ti, Viktor.— se sinceró. El ruso piensa que es un pensamiento noble y altruista, pero también autodestructivo. Ansía insistir al pelirrojo sobre la necesidad de premeditar concienzudamente decisiones como esas, pero se serena porque lo último que busca es enzarzarse en una charla paternalista tras hacer el amor.

Es sólo... No te dejes llevar por tus impulsos, ¿de acuerdo? Es mejor que le des todas las vueltas necesarias antes de decidirte a hacer tales... cosas, Horacio. — aconsejó, pero con una voz que está lejos de ser recriminadora.— Aun así... es un detalle agradable.— reconoció sosegado. Aunque no se puede morder la lengua esta vez, así que se aventura a añadir:— De igual forma es algo... irreconocible en ti. Me refiero a que no concuerda con su... tu... estilo. Y en caso de que esto no alcance un final satisfactorio...— rememoró, pero justo antes de proseguir es interrumpido.

Intimacy - [Volkacio]Where stories live. Discover now