Amargo o Dulce?

13- No que mucho dolor?

Raph— Eres un...

Leo— Un qué?

Raph— Agh... Olvídalo, si tanto quieres el maldito control quedatelo! —enojado, caminó hasta su habitación y azotó la puerta.

Leo— Ya se terminó la hora de héroes espaciales —dijo enojado mirando el reloj en la pared— Ya para que me sirve el control... —lo dejó sobre el sillón y caminó a su cuarto.

Habían terminado de hacer su entrenamiento diario y su intención había sido ver su serie favorita un rato, pero para su desgracia ahí estaba el gruñón del equipo.

Leonardo al llegar a su cuarto: cerro la puerta, se acostó en la cama, cerró los ojos e intento dormir, pero en la oscuridad de sus párpados solo aparecía el recuerdo de lo que hizo anoche su hermano.
Sintió sus mejillas arder al recordar cómo los dedos del temperamental frotaban sus piernas con lentitud.
—Fue mala idea escapar? Debí haberme quedado?
Pero que estoy pensando —sacudió la cabeza de un lado a otro— No sé porque lo hizo, pero no debo tener nada que ver con él —se decía a si mismo pero su mente no lo dejaba en paz, y como era costumbre en él mejor decidió distraerse— Debo darme un baño —agarró la toalla para secarse y salió de su habitación en dirección al baño.

Cuando iba a medio camino logro ver al temperamental tratando de quitarse las vendas de las piernas.

Leo— Qué haces desvistiendote a la mitad de la casa?

El menor dio un salto del susto y cayó en el piso, se sonrojo al ver al de ojos safiro presenciando su cuerpo semidesnudo.

Raph— Amm... Yo... —No sabía que decir, de por si intentaba evitarlo pues estaba apenado por lo que sus manos se atrevieron a hacer la noche anterior.
Quiso desviar la vista, y pudo notar la toalla sobre el hombro de su hermano y supo que debía correr— Yo voy primero!!!

Leo— Qué? —no logró comprenderlo hasta ver la toalla del de rojo— No, espera!!!

Raph— A no, primero me quitas la televisión y ahora el baño?! Ni lo sueñes, vete a ver la tele —dijo enojado asomando los ojos por la puerta entrecerrada del baño.

El mayor lo miro con molestia pero no pudo evitar mirar las piernas descubiertas del gruñon, y aunque intento disimularlo aquel lo noto y se sonrojo aún más.

Raph— Ya vete bobonardo!! —dijo enojado intentando ocultar sus piernas tras la puerta.

Sus miradas se cruzaron, el lider se veía serio y giro el torso dando a entender que se marcharía, pero el temperamental se arrepentía de sus palabras pues muy en el fondo deseaba lo contrario. Y mientras el lider se marchaba con la mirada en la suya, este sintió como sus ojos le rogaban que no se fuera e intentaban invitarlo a entrar al baño con él.

El mayor no entendió su mirada, supo que era rara, más de lo normal, pero tampoco supo cómo actuar.
Después de haber caminado un poco más lejos escuchó el rechinido de la puerta cerrandose, y se maldijo por no haber echo otra cosa.

Sin querer sus piernas corrieron y sus manos empujaron la puerta antes de ser cerrada por completo, miró la expresión de asombro de su hermano y entro. Cerró la puerta con seguro y sujetó de las muñecas al presente.

Raph— L-leonardo qué haces???

Notó que el de ojos esmeralda ya no tenía nada puesto y eso le saco una pequeña sonrisa como si fuera lo que quería.
Acercó al menor a la bañera que estaba llenándose y lo metió a la fuerza.

Raph— Pero que te pasa!! Sueltame de una vez o te vas a arrepentir!! —gritaba, pataleaba y hasta intentaba morderlo, pues el miedo elimino su deseo— Sueltame!!!