CAPÍTULO I - "Recuerdos dolorosos"

1.1K 146 73
                                    

Recuerdos Dolorosos

Diez años atrás.

Alisson.

Traumas. Pequeñas acciones, palabras o momentos que quedan grabados en nuestra memoria y se vuelven un bucle que en algún momento recordamos. Algunos tenemos la mala suerte de cuando el recuerdo vuelve, todo regresa con él.

Volvemos a sentir el dolor, como si la cuchilla volviera a cortar la piel.

Volvemos a escuchar aquellas voces, como si susurraran de nuevo en nuestras nucas.

Volvemos a sentir el dolor, como si nuestro corazón volviera a agrietarse.

Y volvemos a sufrir, recordando que por más que creamos haber olvidado, todo regresará y nos destruye.

Aquello no se irá, el dolor jamás se va. Puede expandirse o minimizarse, pero nunca esfumarse, seguirá ahí, esperando para volver a hacerte gritar, llorar y suplicar. El dolor es una perra que se alegra de las desgracias ajenas.

- Lissy, no le digas a tu mamá que te compré tantos dulces. Será un secreto entre nosotros dos. - Dijo guiñándome un ojo.

-Por supuesto, papi-. contestó una muy feliz Allison de apenas siete años.

Mientras él seguía conduciendo a nuestro pueblo lejos de esta gran ciudad donde nos encontrábamos, me contaba varios chistes que para ser sincera eran muy malos, pero aun así fingía reír por el cariño que le tenía. Mi padre era el mejor del mundo... casi siempre, a veces... hacía cosas que a mamá y a mí nos daba miedo. Gritaba en las noches, se perdía en el tiempo, desaparecía por un par de días y luego regresaba a casa como si nada. Mamá decía que eso era normal por su trabajó, pero no entendía por qué un contador desaparecía por un par de días y luego descansaba por largos meses sin volver a su trabajo. Pero no me importaba, me gustaba que mi papá pasará mucho tiempo conmigo, era mi mejor amigo.

Nuestras risas se detuvieron cuándo un lujoso auto negro que se encontraba atrás de nosotros, comenzó a tocar reiteradas veces la bocina. Mi padre pareció reconocer aquel auto y su cuerpo se tensó rápidamente, cómo si tuviera miedo de aquel auto o de las personas que se encontraban en el. Aquello me provocó miedo, papá era muy valiente y no le temía a nada, algo muy malo debía comenzar a seguirnos.

- Abróchate el cinturón, Lissy- exigió serio. Le hice caso, mamá siempre me enseñó a ser obediente y apenas terminé de abrocharme aumentó rápidamente la velocidad del carro logrando que mi espalda choqué con el asiento. El auto a nuestro lado también aumentó su velocidad.

Mi padre siguió conduciendo a gran velocidad y esquivando los autos que se acercaban por un intento de lograr huir. Aún recuerdo cómo mi corazón latía tan acelerado y como mis manos apretaban con fuerza el asiento de cuero cuando papá esquivaba autos que venía en el carril contrario y pasaban demasiado cerca de nosotros. Aunque papá era bueno esquivando autos, no logró perder al coche negro. Aquél auto aún seguía persiguiéndonos y se lo veía muy decidido.

-Papi, ¿Qué pasa? - Pregunté realmente asustada. Las lágrimas se estaban formando en mis ojos y me dolían los dedos por clavar tan fuerte las uñas en el asiento del coche.

- Nada cariñ...- No pudo terminar la frase porque una de las ruedas de nuestro auto explotó y papá comenzó a perder el control del vehículo. Yo comencé a gritar tan fuerte que mi garganta dolió mientras el auto se sacudía bruscamente y mi padre luchaba por controlarlo.

Al final sentí una violenta sacudida acompañada de un ardor profundo en mi nariz y labios cuándo el auto se detuvo en seco y mi padre en completo silencio se volteó a ver si me encontraba bien. Nos miramos fijamente por un momento, ambos llenos de terror, pero el auto negro se detuvo a nuestro lado y robó nuestra atención.

Los Secretos De La Familia Fox- EDITANDOWhere stories live. Discover now