Los Secretos De La Familia Fox- EDITANDO

CAPÍTULO II- "Escalofríos"

"Escalofríos"

Alisson:

El silencio se extendió por todo el salón cuando aquella individua entro al aula. Todos nos quedamos en silencio embelesados mirando a la chica, puede que todos se preguntaban porque era tan bonita, hace cuanto llegó al pueblo o si tenía novio, mientras en mi mente una duda completamente se instalaba en mi mente.

¿Que demonios hacían esos ojos esmeralda aquí?.

Me sentí enferma, quería vomitar y la preocupación de mi compañera me confirmaba que me veía terrible. Me sentía de aquella forma. La profesora se carraspeó de nuevo la garganta algo celosa de que por primera vez la atenciónfuera robada de sus garras.

— ¿Puedes presentarte?— Preguntó la profesora Gibson de manera poco amable algo común en ella, generalmente es odiosa a más no poder.

La chica dio un paso al frente y apretó la correa de su bolso contra su hombro.

— Mi nombre es Claire Fox—dijo en tono serio. La chica tenía una larga y ondulada cabellera negra le llegaba a la cintura. El pelo negro como la noche le brillaba de forma radiante. Pero lo que me llamaba la atención y me perturbava eran sus ojos. Grandes, verdes y brillantes. Un escalofrío helado me recorrió el cuerpo al recordar a la persona portadora de un verde similar.

<Esto no podía estar pasando> Me repetí a mi misma y volví a mirar ese verde intenso. Fue como volver a estar en ese lugar. Revivir el sonido del seguro del arma. El dolor por los golpes. Y la angustia en mi corazón. Mis manos comenzaron a sudar y mi corazón a latir tan fuerte como ese día.

— ¿Segura estás bien?— Repitió la chia sentada a mi par.

No respondí. Seguí analizando un poco a la chica y parecía una muñeca Barbie, pero con un estilo entre lo rockero y lo gótico. Usaba la pollera roja y la camisa blanca del uniforme con el logo del instituto a un costado del pecho, pero con accesorios que le daban su propio estilo. Portaba varios collares y pulseras de distintos tamaños, pero todas del mismo color que sus ojos o de color negro. También llevaba unas medias de red negras que hacían ver sus piernas más esbeltas y sensuales, y por último en su rostro llevaba un grueso y largo delineado negro que resaltaba el increíble color sus ojos. Era raro que la dejaron ingresar al instituto de aquella manera, una vez Mica vino con la pollera un poco más corta y la regresaron a su casa luego de leerle tres capítulos de la biblia y varios reproches.

El verde de su iris siguió observando un poco el aula mientras yo me intentaba convencer de que todo esto era una casualidad y no significaba lo que creía.

— Me dijiste que eran hermanos, ¿Y el otro?—Preguntó Gibson.

La peliroja desvío la mirada un segundo.

— Hablando con el entrenador, es una estrella en los deportes.

La profesora apretó los labios no muy confiada. Yo también tenía el presentimiento de que Serrano mentía. Aunque que la directora de la escuela cubriera a un alumno que se saltaba clases era imposible. Ni lo hacía por su propio hijo.

— Espero que también sea una estrella con los números. No doy privilegios a ningún atleta.

Serrano apretó los labios por la forma de dirígerse a ella. A pesar de tener un título superior, Gibson era la hermana del alcalde, y aunque era una simple profesora, era participe de la familia más poderosa del pueblo. Nadie se metía con ella. La directora desapareció por la puerta, no sin antes darle una mirada de odio a la profesora y viceversa, se odiaban, eran dos perras tras el mismo hueso: poder.