UNO PARA TODOS.

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INTRODUCIR: ST20130629.

[¡Muy bien hecho!]

Las palabras alentadoras de una madre hacia su pequeño hijo. La mirada de aquel infante que rebosaba de gran felicidad. Con ambos ojos cerrados y una gran sonrisa de oreja a oreja mostraba la aceptación que tenia con su madre. ―¡Eres grandioso, eres espectacular!― los halagos iban y venían en la vida de alguien con él.

Con decenas de personas a su alrededor mirándolo con sonrisas en sus rostros, el pequeño infante entendía su posición en este mundo, <Perfección>. Sus ojos se abrían poco a poco reflejando las miradas de aceptación. Rápidamente un sentimiento de regocijo cayo sobre sus hombros dejando asi, una expresión de éxtasis.

[¡Eres perfecto!]

Ambas mejillas sonrojadas y ojos entre cerrados con una gran sonrisa. Pareciera que aquel niño estuviese a punto de babear mientras los adultos a su alrededor aplaudían una y otra vez. ―¡Eres fantástico!― palabras redundantes en el entorno de ese niño. ―¡TAN PERFECTO!― un mar de halagos lo hacía perderse en sí mismo.

Todos los adultos de acercaban al niño arrodillándose ante el mientras extendían sus palmas hacia el y desviaban sus miradas al suelo. ―¡HEREDERO!― unísonas, las voces retumbaron en aquella habitación. ―¡HEREDERO!― una y otra vez. ―¡HEREDERO!― la madre acerco a su hijo a su abdomen mientras este entrelazaba sus dedos con el de ella.

[Tan único.]

El niño se dio la vuelta conectando su mirada con su madre la cual acercaba su rostro poco a poco con su hijo. ―Re-destro.― los ojos del infante se abrieron de golpe. ―Re-destro.― un tintineo en aquella habitación resonó volviéndose cada vez mas fuerte. ―Re-destro.― un pequeño tic en el ojo del infante nació.

[Re-destro.]

La habitación retumbo.

―¡Re-destro!― todos clamaron. El niño con inseguridad se separo de su madre comenzando a mirar a todas las personas a su alrededor. ―¡RE-DESTRO!― gritaron todos alzando sus miradas hacia él. ―¡¡RE-DESTRO!!― las voces comenzaron a volverse furiosas, vociferando el nombre con más fuerza.

La habitación comenzo a temblar mientras se agrietaba la misma y las personas se derretían poco a poco. ―¡¡¿AH?!!― el niño cayo de espaldas mientras alzaba su mirada hacia arriba suyo donde la cara desfigurada de su madre lo observaba fijamente. ―¡¡AHH!!― el niño comenzo a arrastrarse por el suelo pasando entre las decenas de personas mientras todo se derrumbaba.

―¡¡¡RE-DESTRO!!! ¡¡¡RE-DESTRO!!! ¡¡¡RE-DESTRO!!!― las voces comenzaban a desentonar y distorsionarse. ―¡¡AHH!! ¡¡AHH!! ¡ALEJENSE DE MI!― el niño se levanto del piso comenzando a correr hacia la puerta la cual estaba atorada. ―¡ABRETE! ¡¡YA!!― con desesperación tiraba de la perilla, pero esta no se abría en lo absoluto, más bien parecía atorarse más.

―¡¡PAREN!!― los adultos deformados comenzaban a acercarse a Re-destro poco a poco mientras todos sus cuerpos se derretían dejando la carne y huesos por afuera. El niño llevo su puño hacia la puerta comenzando a golpearla. ―¡ABRAN! ¡ABRAN!― golpeaba con tanta fuerza con aquellos puños temblorosos.

―¡¡POR FAVOR!!― poco a poco los adultos se acercaban a el llegando a sus tobillos. ―¡¡A-ALGUIEN...!!!― los ojos de aquel infante se llenaron de terror cuando sin mas grito. ―¡¡SALVENME!!― en ese momento la puerta fue abierta dejando entrar una gran luz cegadora que termino de derretir a todos los adultos.

El niño solo cerro sus ojos y cuando los abrió nuevamente, se encontraba en un lugar muy distinto a donde el yacía. ―¿huh?― al mirar sus palmas, noto que estas eran las de un adulto. ―¿...donde?― una voz detrás de el llamo su atención.

VOLUMEN 3: ASCEND.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora