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II. Al Borde del Abismo

ღ Autor: Hanjingyi

ღ Traducción: LienXue

ღ Categoría: Post-canon, +18. 

ღ Resumen: 

—Si Shizun... estuviera dispuesto...

La vacilación bailaba entre sus palabras, la vulnerabilidad unida al miedo al rechazo y el descarado deseo que Chu Wanning podía sentir a través de sus ropas, donde estaban presionados juntos.

Se sonrojó, su cuerpo traidor se estremecía con cada respiración temblorosa que tomaba, y Mo Ran no dejó de hacerle notar eso.

—Shizun es tan bonito cuando está avergonzado.

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Chu Wanning dio un paso atrás.

—¿Perdonará Shizun a este desvergonzado discípulo que lo anhela tanto? ¿Que ansía tocarlo y se pone duro con solo pensarlo?

Mo Ran dio un paso adelante, abarcando lentamente la creciente distancia entre ellos, con las mejillas en llamas y los ojos ardiendo, devorando todos y cada uno de los detalles de la persona que estaba delante de él.

—Este humilde discípulo solo es leal a su Shizun. Este humilde discípulo no puede pensar en nada que no esté relacionado con su Shizun. Mis sueños, mis esperanzas, mis miedos, mi mente, todo está lleno de pensamientos sobre usted. No tengo ningún deseo que no lo incluya a usted.

La espalda de Chu Wanning chocó contra la pared, pero no pudo sentir nada más que los escalofríos provocados por las palabras de Mo Ran. Mantuvo la mirada fija en su pecho, incapaz de encontrar los ojos de la bestia que lo enjauló sin salida.

—¡Mo Ran!

—Si Shizun no me quiere, no me atreveré a pedir más de lo que Shizun está dispuesto a dar —Mo Ran interrumpió, levantando los brazos hasta que las palmas de sus manos lo sujetaron contra la pared.

Sus ojos estaban vidriosos de calor y deseo, el afecto en ellos era tan brillante, que Chu Wanning lo sintió como seda sobre la piel desnuda durante un caluroso día de verano; ¿y cuándo, exactamente, levantó su rostro para mirar a su tonto discípulo? ¿Ya no tenía ningún control sobre sus propias acciones?

—Pero...

La espalda de Chu Wanning estaba pegada a la pared cuando Mo Ran dio otro paso adelante y bajó la cabeza hasta que su aliento rozó la delicada piel detrás de su oreja.

Nunca lo tocó, nunca le puso las manos encima.

—Desvergonzado —dijo sin tono de voz, un murmullo que no se escuchó (o se ignoró totalmente) a Mo Ran, pero no pudo evitar que su cuerpo respondiera a esas provocaciones.

Chu Wanning era así; el deseo creciendo en la dimensión privada de su esencia, siempre enterrado tan profundamente en su corazón, bien cubierto por una masa negra de desconfianza e inseguridades y autodesprecio que era tan parte de él como los latidos de su corazón reservados solo para Mo Ran.

—Si Shizun... estuviera dispuesto...

La vacilación bailaba entre sus palabras, la vulnerabilidad unida al miedo al rechazo y el descarado deseo que Chu Wanning podía sentir a través de sus ropas, donde estaban presionados juntos.

Se sonrojó, su cuerpo traidor se estremecía con cada respiración temblorosa que tomaba, y Mo Ran no dejó de hacerle notar eso.

—Shizun es tan bonito cuando está avergonzado.