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VIII. Juramento de Sangre

ღ Autor: Hanjingyi

ღ Traducción: LienXue

ღ Categoría: AU moderno. 

ღ Nota mía: ¡Hola! No estoy muy familiarizada con el omegaverse; tuve que investigar bastante y habían términos que me costaron un poquito traducir, así que siéntanse libres de sugerirme cambios y ayudarme a corregir. ¡Gracias por leer! 

ღ Resumen:

Cuando Chu Wanning se despierta por segunda vez, mucho más tranquilo y con la mente despejada pero progresivamente ardiendo en la necesidad; está envuelto alrededor de un Mo Ran casi desnudo y definitivamente humano.

No se mueve, no se acerca, ya mortalmente avergonzado por lo empalagoso que debe haber sido, ni retrocede, el olor terrenal y almizclado tan típico de Mo Ran lo envuelve tan eficazmente como lo hacen sus brazos, asegurados alrededor de su espalda mientras sus dedos dibujan patrones imaginarios en su piel.

Oh, esto se siente bien. Chu Wanning se siente débil, disfrutando de la atención y ronroneando involuntariamente de satisfacción. Está tentado a dormirse un par de minutos más, hasta que se da cuenta de que las puntas de los dedos de Mo Ran bailan sobre su piel desnuda, justo debajo de su camisa y por encima del dobladillo de sus pantalones, y se congela en el acto.

Levanta la vista para ver unos ojos brillantes y traviesos ligeramente teñidos de rojo y una sonrisa juguetona en sus labios regordetes.

o

Pasar años separados les resulta tan difícil como estar cerca, pero sin poder comunicarse. Como ahora, con Chu Wanning en medio de su celo. En una cueva escondida en el bosque. Con Mo Ran pegado a él.

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Dicen que hay un monstruo en el bosque.

Nadie puede describirlo con precisión. Algunos dicen que es una bestia alta y peluda con ojos rojos y dientes afilados, la cual se esconde en las profundas sombras que proyectan los árboles en las noches de luna llena. Otros hablan de pasos que los siguen, la sensación de ser observados como dedos bailando sobre la piel, listo para arrancar sus carnes y extremidades y devorarlos hasta los huesos.

En realidad, nunca se ha encontrado un cadáver tan maltratado como juran las conversaciones del pueblo. La gente mala frecuentemente se aprovecha de esos rumores, perpetrando todo tipo de crímenes tan cerca del bosque como se atreven, porque saben que la policía no presta atención a esa parte de la ciudad.

No importa si ellos lo creen o no; nadie nunca va más allá de la valla que delimita el límite de la ciudad.

Pero a Chu Wanning no le importan los rumores. Mientras huye de sus captores, no lo piensa dos veces y se sumerge en el bosque al borde de la ciudad, la espeluznante oscuridad lo rodea rápidamente, las hojas crujientes acompañan su paso tembloroso.

—¡Mierda! ¡Puta mierda! ¡Lo perdimos! ¡Ese Omega es rápido!

—¡¿Estás ciego?! ¡Entró en el bosque y está herido! ¡Vamos!

—De ninguna manera voy a poner un pie ahí, ¡él está perdido! ¿No sabes...?

—Todavía estamos dentro de la ciudad, si nos apuramos podríamos atraparlo sin profundizar demasiado.

—Pero...

—¡Deja de hablar y persíguelo!

Las voces que se habían desvanecido de repente parecen más cercanas, demasiado cercanas, justo detrás de él, y Chu Wanning aprieta los dientes, sin disminuir la velocidad ni un segundo a pesar del dolor que irradia su tobillo torcido y el calor que le quema el estómago.