❝Songs For Felix 请阅 Changlix ❞

Capítulo 8

Llegamos a una cafetería y lo primero que hicimos fue pedirnos algo para tomar, yo pedí un café negro y Felix un café con leche. No tenía tanta hambre a decir verdad. Estaba más enfocado en cómo descubir que es el Lix que conozco. Miré su muñeca, parecía que tenía un brazalete, eso creía ya que él lo estaba tapando con su mano.

-¿Qué es lo que tienes ahí?- pregunté señalando su muñeca.

-Es un brazalete que compartía con un viejo amigo...- fue lo único que dijo cuando comenzó a tomar de su café.

Tal vez sea una señal, voy a hacer más preguntas hasta confirmarlo. Tengo que saberlo, sí es él el Lix que conozco...estoy dispuesto a abrazarlo tan fuerte como pueda.

-¿Quién era él exactamente?- me hice el interesado, aunque en verdad lo estaba.

-Era...- se detuvo un momento para pensar.- era mi mejor amigo y mi mejor aliado, siempre nos la pasabamos juntos...en cualquier lugar...- susurró.- y en cualquier mundo en dónde solo existieramos sólo nosotros dos...- sonrió.- pero me alejé de él ya hace muchos años, es algo que me arrepentiré siempre, el separarme de él y de mi hogar.

Mis ojos se encendieron tan rápido, él era definitivamente Lix, quería llorar, pero de felicidad. No puedo creerlo. Tengo que decírselo, tengo que decirle que yo era aquel chico.

-¿Félix?- dije emocionado.

-¿Sí?- preguntó.

-¡Félix!- grité de alegría.

-...¿Sí?...- respondió, no parecía comprender.

-¡Soy yo! ¡Binnie!- dije para que entendiera mejor.

-No...- abrió sus ojos de par en par y abrió su boca tan grande como pudo.- ¡¿Binnie?! ¡¿De verdad eres tú?!

-Claro que sí, Lix.

-Pruebame que eres tú.- dijo sin confiar en mí, típico de Lix.

-Nombramos a nuestra estrella favorita con nuestros dos nombres juntos, "Changlix" ¿qué no recuerdas?- reí.

-¡Sí eres Binnie!- gritó.

Ambos nos levantamos de nuestros asientos y nos abrazamos muy fuerte, no puedo creer que al fin lo encontré, no lo volveré a perder nunca más. No quiero volver a perderlo. Seguimos abrazados un buen tiempo. Creo que nos extrañamos mucho.

-No puedo creer que estés aquí, ¿cómo es que llegaste a la ciudad?- preguntó alegre.

-Conseguí una beca para la universidad de Seúl, sólo tengo que terminar mi último año de secundaria y ya estaré en esa universidad pronto. Valió la pena tanto esfuerzo.- lo miré con unos ojos cariñosos.

-Pero...tú eres un año mayor que yo, ¿porqué estas en mi curso?

-Repetí.- reí avergonzado.

-Oye, ¿y sí vamos a mi casa? Así nos pondremos al día, y si quieres, puedes quedarte a dormir. Mamá estará feliz de verte.

Salimos de la cafetería y fuimos en dirección a la casa de Félix, sigo sin poder creermelo. Hay tantas cosas que quiero revivir con él, tantos recuerdos que tuvimos que quiero contarle. Y tengo el tiempo suficiente ahora. Íbamos caminando con una gran sonrisa en nuestros rostros, ¿así de enbobados nos veíamos? Cielos...que ridículos nos vemos. No nos tomó mucho tiempo cuado al fin llegamos. Wow...sí que es inmensa esa casa.

-Llegamos.- dijo Felix alegre.

-¿Esta es tu casa, Lix?