Solo yo y el monstruo

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Había pasado una semana desde el ataque del cíclope. 

Al darse cuenta de que el portal a Malivore se había vuelto a abrir cuando ellas salieron, las chicas decidieron quedarse en Mystic Falls para encontrarlo y cerrarlo de una vez por todas.

En los siete días que habían pasado, no habían conseguido encontrar el portal y tampoco se habían encontrado con otro monstruo.

Salían cada noche e investigaban por toda la ciudad. Querían salir también de día, pero no podían arriesgarse a que alguien de la escuela las viese y empezasen a hacer preguntas sobre que hacían dos chicas dando vueltas por la ciudad cada día.

A mediados de la segunda semana se encontraron con otro monstruo en el bosque. Esta vez era una especie de lobo pero el doble de grande que un lobo normal. Lo encontraron comiéndose, o más bien devorando, un perro.

- ¿Qué diablos es eso? - preguntó Josie.

- No tengo ni idea - respondió Hope -. ¿Yo por arriba y tu por abajo?

Josie sonrió en respuesta. 

Durante esa semana y media, Hope había ayudado a la hereje a controlar tanto la sed de sangre como sus poderes poderes a base de luchar la una con la otra. Lo bueno de tener todo un bosque a su disposición era que podían entrenar usando tanto la velocidad vampírica de Josie como la de lobo de Hope. Al principio, Josie dijo que no era justo para Hope que ella pudiese usar sus poderes vampíricos contra ella, pero pese a no ser tan rápida como la hereje, la tríbrida, con más experiencia, le mostró que se equivocaba.

Hope corrió hacia el animal y lo golpeó. Mientras este se recuperaba, Josie lo placó con supervelocidad y lo tiró al suelo. Entonces Hope cogió una rama del suelo y se la clavó en el pecho al monstruo.

- Bien hecho - dijo Josie ayudando a Hope a levantarse.

- Tu también. Cada vez dominas más la combinación de poderes.

- Tengo una buena maestra.

Antes de que las chicas pudiesen marcharse, el monstruo empezó a gruñir y se levantó.

- ¿No lo has matado?

- Parece que no.

Antes de que pudiesen volver a atacarlo, una flecha atravesó el cráneo del monstruo. 

Hope, quién había visto flechas como esa muchas veces, supo qué estaba pasando.

- Vete a la mansión - ordenó la tríbrida.

- ¿Por qué?

- Te lo explicaré luego. Ahora vete, por favor - dijo casi rogando. Josie solo asintió y desapareció en un abrir y cerrar de ojos.

- Puedes bajar la ballesta - dijo Hope.

- ¿Quién eres? - preguntó el hombre aún apuntando a la tríbrida.

- Eso no importa, señor Saltzman.

- ¿Cómo sabes quién soy?

Mierda pensó Hope, quién no quería que el hombre sospechase de ella.

- Es Alaric Saltzman, una leyenda entre los cazadores de vampiros - dijo para salvar su desliz.

- ¿Eres cazadora? - Hope asintió - ¿Con quién estabas? ¿Otro cazador?

- No estaba con nadie, trabajo sola.

Cuando Alaric iba a responder, fue interrumpido por el monstruo, que se empezó a descomponer en cenizas. 

- ¿Qué tipo de monstruo era? - preguntó Hope para evitar que volviese a preguntarle sobre con quién estaba.

- Un Shunka, se alimenta de perros y-

Tenemos una eternidad para descubrirlo [Hosie]Onde as histórias ganham vida. Descobre agora