Mi inesperada familia del corazón

Duerme Conmigo

A kilómetros de ahí, dos personas se disponían a terminar su cena cuando el pico de una lechuza llamó en la ventana, sobresaltándolos.

Draco se levantó de inmediato, tomó la carta, y al instante se dio cuenta que era de su amiga.

— ¡Es de Hermione!—informó desatando el cordel.

Narcissa se acercó, mientras que su hijo abría la nota con prisa.

Narcissa:

Tu hermana esta BORRACHISIMA, necesito ayuda.

P.D.: Quiere un Lemon Pie.

— Debe ser una broma, ¿no?—preguntó el rubio, mas para sí mismo, sin saber sí reírse o procurarse. Su tía era extremadamente peligrosa sobria y por lógica, suponía, que borracha sería mortal—. ¿Qué haremos?

—Supongo qué lo mejor sería mandar un elfo de confianza. No podemos aparecernos allí, estropearíamos todo—Draco asintió—. Empacaremos también unas pociones para la resaca—buscó en las gavetas, asegurándose que tenía varias.

Bellatrix, a pesar de ser cualquier cosa jamás había sido una alcohólica. Y Narcissa recordó que la última vez qué había tomado de más había sido el día después de su graduación. Fue la única y última vez que vió a su hermana en tal estado, y la única vez que la vió llorar.

— ¿Y a qué viene eso del Lemon Pie?—Draco jamás había escuchado que a su tía le gustaran las cosas dulces.

La mujer mayor se giró para mirarlo. No sabía si debía contarle, al fin de cuentas era el secreto mejor guardado por su hermana. Pero entendió que después de tanto tiempo... revelarlo no le haría más daño del que ya había sufrido.

—El primer amor de tú tía, amaba ese postre.

— ¿Rodolphus?—preguntó incrédulo, ¿Tanto alboroto por qué a ese hombre le gustaba ese postre?

—No, cariño, una chica de Revenclaw de padres Muggles qué estudio en nuestra época.

Eso sí fue una total y completa sorpresa ¿Su tía, enamorada de una "sangre sucia"?, como ella los llamaba y encima de, ¿Revenclaw?

— ¿Y qué paso?—definitivamente quería saber más.

—Murió—fue la escueta respuesta de su madre.

No era una historia larga, pero sí bien guardada por Bellatrix.

Narcissa siempre supo que en parte su hermana se había dejado arrastras al lado oscuro por ella... por "Lena Range"

— ¡NO!, no quiero tú asqueroso café—explotó agitándose para evitar que Hermione se acercara más—. Tráeme un pica hielo—exigió.

— ¡A ver!, Bella... ¿Para qué quieres un pica hielo?—la castaña se armó de paciencia y se sentó sobre la mesita enfrentándola, sosteniendo entre sus manos la taza de café, ya tibio.

—Para picarte los ojos ¿No es obvio?—respondió, matándose de la risa.

Definitivamente, Hermione se la comería a besos sí no la hacía entrar en razón y pronto. Esas sonrisas la estaban volviendo loca.

—Bueno, bébete el café y luego te traigo el pica hielo y me picas los ojos, orejas o lo que quieras. Pero tómatelo—bromeó. "Chantaje numero tres", rió.

—Biennn... pero soplaré y haré globos—le advirtió tratando de incorporarse, pero los brazos le fallaron y volvió a caerse sobre los almohadones que la castaña le había colocado como protección.

—Mientras que te lo tomes todo, has los globos que quieras—la animó, ayudándola a sentarse y entregándole la taza.

Esperó a que la azabache se tomara la bebida y por un momento creyó escuchar un ¡PLUF! proveniente del jardín.