Una nueva oportunidad- Intenabo

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Gustabo despertó con un horrible dolor de cabeza, se quedó varios minutos mirando al techo procesando su vida de mierda. Lo único bueno que tenía era Horacio, o bueno, alomejor también el superintendente y... quizá su hijo, a fin de cuentas, los dos le ayudaron mucho, muchísimo.

Con pereza y asco se bajo de la litera, vio que Horacio no estaba así que fue a la pequeña cocina instintivamente tras oler un dulce olor...

-Gusnabo?

-Horacioo, cómo estas? a que hora viniste ayer?

-A las siete y media.

-Qué hora es?!

-Gusnabo tío, son casi las tres y media de la tarde, estoy haciendo la comida.

-COMO! Las tres y media! Ostia puta.

-Anda ve a lavarte la cara mierda esa que me llevas perro.

Gustabo asintió con una leve sonrisa y se lavó la cara como le dijo Horacio, después ayudó a su hermano a poner la mesa y se sentaron a comer.

-Horacio, ayer pasó una cosa que... bueno yo-

-No me asustes y suéltalo ya. -Gustabo suspiró y le relató con todo detalle lo sucedido la noche de ayer, todo eso lo decía con varias lágrimas saliendo de sus ojos. -Como lo vea, te lo juro que le mato, LE VOY A PARTIR LAS PIERNAS!

-No Horacio, tu no vas a hacer nada, no quiero que te metas en problemas, y mucho menos por mi culpa.

-Ven aquí hermanito. -Horacio se levantó a darle un fuerte y cálido abrazo a su hermano, no eran necesarias las palabras entre esos dos, solo con un abrazo podían demostrar todo el apoyo que el contrario necesita.

-El amor es una mierda Horacio. -Dijo aún en sus brazos.

-El amor no es una mierda, lo que pasa es que todavía no has encontrado a la persona correcta.

-No la voy a encontrar nunca Horacio, ¿tú me has visto? soy un asco de persona, borde, agresiva, problemática... Lo único que soy para las personas es un juguete, un puto juguete con el cual juegan y cuando se cansan lo tiran a la basura, siempre ha sido así, ¿o acaso no te acuerdas de todos los que me follaban una noche y luego desaparecían de mi vida y no volvía a saber nada de ellos?

-No hables más, como vuelvas a pensar algo semejante a eso te mato, ¿me oyes? Esos tíos son unos imbéciles que merecen lo peor, tú eres lo mejor de este planeta y te mereces todo, no quiero que vuelvas a pensar algo así nunca más-El de cresta cogió la cara a su hermano para que lo mirase a los ojos, el rubio asintió; definitivamente su hermano era lo mejor de el universo, siempre sabía como arreglarle el día y estaba ahí para él.

.-.-.-.

Las horas se pasaron volando, habían visto una película y limpiado la casa, ya eran casi las siete, Horacio estaba solo en la cocina comiéndose un bollo cuando Viktor lo llamó

* Llamada*

-Buenas tardes rusito

-Hola Horacio

-Qué pasa?

-He comprado un par de entradas para el cine, te quieres venir? Y luego te quedas en mi casa, mis padres otra vez no están.

-Lo siento pero hoy no puedo dejar solo a Gustabo

-Ah sobre Gustabo, Conway me ha contado que ayer estuvo en comisaría y bla bla bla, y me ha dicho que le irá a ver en media hora, así que solo no va a estar, qué me dices?