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-Y Gustabo? -Preguntaba el pelinegro sentándose en su sitio, dejando la mochila en el respaldo de la silla.

-En casa, se ha levantado vomitando y dice que le duele todo. -Respondió el de cresta. -Luego después de clase te puedes pasar por casa si quieres. -El pelinegro asintió sacando los cuadernos y estuche.

-Tu madre sabe que está en casa?

-No, se ha ido temprano, vendrá para comer y luego se irá un rato más supongo. -Conway volvió a asentir, ambos se callaron ya que la profesora había entrado.

.-.-.-.

El rubio después de un par de horas más durmiendo se dignó a medio levantarse, cogió su móvil frotando sus ojos y bajándole el brillo.

-Qué es esto? -El rubio se sentó en la cama y abrió el correo que le había llegado.

-Heredero Gustabo García... Que coño... -El rubio leyó el correo lentamente para procesar toda la información. -P-Pero... -El rubio se llevó las manos a la cabeza, ¿¡cómo era posible de que unos meses antes de cumplir los 18 se le dijera que tenía una gran fortuna en su mano, todo heredado de su padre?! -Y yo ahora que hago joder...

Gustabo no sabía si enfadarse y denunciar a esos hijos de puta por haber estado callándoselo, o morir de la felicidad, con toda esa cantidad de dinero tenia para 3 vidas de lujo, bueno quizá exageraba... sabía que su padre era rico pero... ¿tanto?

El rubio aún en sus pensamientos oyó como la puerta de la casa se abría con fuerza, aunque estuviera un piso más abajo, García tenía un gran oído y logró escuchar la voz de su ¿madre? junto a alguien mas.

-Pero y esta no estaba trabajando -Pensó el rubio poniéndose una camiseta, abrió en silencio la puerta de su habitación e intento andar lo más silencioso posible, para luego asomarse por la escalera.

-Tengo 20 minutos antes de tener que irme a comisaría otra vez. -Habló la mujer. -Ya tengo todo preparado, necesitamos saber el día y la hora, cuando le viene bien a-

-¿¡TIO?! -El rubio bajó rápidamente las escaleras con lágrimas recorriéndole el rostro quedándose en frente de ellos dos, quien se miraban el uno al otro pálidos, Marco, el tío de Gustabo y hermano de su padre, intentó acercarse para darle un abrazo pero el rubio le pegó una cachetada. -CUANDO TE LLAMARON DONDE ESTABAS?! QUE COÑO ESTÁ PASANDO AQUI! -Dijo empujándole.

-Hijo tranquilo, lo primero ¿por qué no estás en clase?

-M-Me dolía todo y vomité. -Dijo aún mirando fijamente a los ojos negros de su tío. -Ahora me vais a explicar que coño está pasando. -Dijo ahora apartando su mirada para dirigirla a su madre.

-Siéntate. -Le indicó Marco sentándose en el sofá, el rubio se sentó en frente de él, y su madre se quedó de pie. -Joder estás guapísimo. -Marco le miró de arriba abajo con una sonrisa, el rubio incomodo se acomodo en su sitio.

-Verás hijo, resulta que tu tío ha estado incomunicado durante muchos años, hace poco lo encontré en mi antigua ciudad y decidimos volver aquí. -Esto no me cuadra. Pensó Gustabo mordiéndose las uñas.

-Y por qué no me lo dijisteis antes?! Es mi tío, tengo derecho.

-Por qué estoy en peligro Gus, y por eso mismo no puedes decir nada de que me has visto ni de lo que ha pasado, si no me matarán.

-C-Cómo?... Quienes? Venga ya no me jodas-

-Una mafia muy poderosa. -Dijo la madre ahora con una cerveza en la mano mirando fijamente a Marco

Una nueva oportunidad- IntenaboTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang