7. El zoológico.

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Pov. Camila 

Hoy iremos al zoológico e Isabell me paso su número el día de las pinturas al aire libre para poder contactarnos y saber dónde encontrarnos, y dar los demás detalles para los encuentros.

Dijo que era más fácil así, todo por si sucediera algo no deseado.

- ¿Ya están informados, bebé? -Volteo a ver raro a Merlín.

Él se ríe.

- No hay nadie, ¿verdad?

Niega.

- Entonces, ¿Para qué? -Pongo mi típica cara de ceja alzada.

Merlín sonríe y se acerca a mí. Toma mi cintura y la acaricia un poco. Eso me pone un poco nerviosa. Pero no más un poco.

- Me gusta molestarte -sonríe socarrón.

Me acerco un poco en forma intimidante, pero Merlín se acerca más y me sonrojo. No salió como planeaba. Me alejo y Merlín sujeta suavemente mi cuello, parando mi movimiento en seco. 

- ¿Qué pasa? -Veo los ojos de Merlín y me ven con tanto detalle.- E' que tacto para verme así. -Intento bromear para poder deshacerme un poco de los nervios.

Merlín se sonroja y me río un poco. Me abraza ocultando nuestras caras e intento alejarme de nuevo. Merlín aprieta con suavidad sus manos en mi cintura y vuelvo a parar en seco.

- No lo hagas, me gusta estar así.

Obedecí de inmediato. Poco común en mí.

Yo, hice caso. Me estoy quedando aquí. Parada. Pegada... Y todo porque fue una petición suya.

***

Sonidos de las trompas de los elefantes.

- Me gusta estar así, se siente cómodo -sujeta mi mano y sonrío.

- Te encanta hacer el tonto, ¿verdad?

Volteo a verlo y Merlín sonríe.

- Hablaba en serio.

Me confunde. No sé si de verdad le gustará o lo dice porque estamos a la vista de muchas personas.

- Si claro -me río y suelto su mano.

Merlín me jala a ver las Jirafas.

- Ves lo altas que son -asiento.- Así es mi amor por ti -me da un beso en el cachete.

Me sonrojo.

- Aww que lindos... -Isabell sonríe.

- Buen piropo, muchacho -lo elogia Edward.

Isabell y Edward se van a ver el área de reptiles.

Nunca vi a Merlín elogiar a una chica, más que a su mamá.

- ¿Qué fue eso? No estaba preparada.

Suelto su mano, por segunda vez.

- Mejor así, no abría sido tan creíble si te hubiera dicho lo que planeaba -se defiende.

Chisque la lengua contra los dientes haciendo un "tsk". Me fui a ver los leones. Tienen un cachorrito.

Luego de un rato, Merlín no vino por mí.

- Hola linda -sonrío. El chico extraño es canche con unos lindos ojos marrones claros. Un poco de pequitas y el pelo despeinado.- ¿Estás sola?

- Algo así, ¿y tú?

No puedo dejar de ver sus dientes. Son casi perfectos.

- ¿Quieres que nos besemos?

Lo veo extraña y alzo demasiado la ceja.

Dulce o TrucoWo Geschichten leben. Entdecke jetzt