Pov. Merlín
- Mami -me asomo a su puerta.
- ¿Qué pasó? -pregunta poniéndose un suéter fresco. Voltea verme y me observa algo enojada- no te has cambiado aun -sonrío.- Apúrate o te quedas. -Ordena.
Mi mamá sale rápido de su cuarto, entra al baño y cierra la puerta. Detrás escucho un ligero y suave "Hablo en serio".
Bueno, mejor me cambió. Es sencillo, solo iré por una polo, mi hoodie rojo, mi pantalón y tennis.
- ¿Listo?
Asiento y mi mamá sale del cuarto. Me rocío algo de loción. Salgo del cuarto y nos dirigimos al piso de abajo.
- El príncipe tiene frío -me recibe Camila en el umbral de la puerta con la pijama puesta.
- Linda pijama, conejita -me burlo y Camila se hecha un vistazo en un espejo de la entrada.
- Ok, salí a ver si era alguien importante y como no. Buenos días. Este cuarto no es el que busca. Feliz día -me río y antes de que cierre la puerta, interpongo la acción con mi pie- ¿Ahora qué? -Sonrío, me acerco y la sujeto de la cintura.
- ¿Por qué en las mañanas eres tan complicada?
- Y malhumorada -agrega y me río. Se suelta de mi agarre y sonrío- no lo olvides, friolento. Ahorita me cambio, espérame, supongo. -Asiento y Camila cierra la puerta.
El día de ayer, mi hermano y su hermano no pudieron ir por nosotros al lugar de encuentro, así que nosotros nos hospedamos un día en el hotel. Y hoy, nos vamos al departamento que, supuestamente, prepararon nuestros hermanos. Y el joven y la srita. Que vimos ayer, no aparecieron de nuevo, así que volvimos a ser los de siempre.
Lo que me confunde un poco, porque, a veces, me desanima saber que ya no podré seguir jugando a ser novios.
- Al fin sales -molesto a Camila y sonríe con cierta pizca de falsedad.
- Vámonos.
- A sus ordenes, Capitán -acato su orden y oprimo el botón del ascensor. Este llega y le ofrezco pasar de primero. Pasa y asiente, como si fuera una princesa.
***
- Hey, Colocha. Mira esto, aquí venden unos panqueques que te van a encantar.
- ¿En serio? Entonces quiero uno -ve a su mamá y esta asiente.
- ¿Y tú, Merlín?
- Yo quiero un sándwich simple -señale el platillo en el menú y mi mamá asiente.
Nuestros hermanos se sentaron en medio de nosotros. A la para de Camila esta su hermano, a la par de su hermano, está el mío. Y nuestras madres están sentadas juntas.
- Merlín, ¿Me das un poco y te doy un poco? -Sonríe y asiento. Nos pasamos los platos y los panqueques están riquísimos.- ¿Te gustó? -Asiento, agarrando otro poco- ya veo, bueno, el tuyo no está mal -agarra otro bocado y me río algo bajo.
Camila sonríe y nuestros hermanos nos observan algo raro, como analizando algo.
- Y, me pasas mi platillo pofavo -Cami asiente y me lo pasa. Le doy el suyo y al rato de terminar. Ambos, como siempre o casi siempre hacemos, pedimos el postre compartido.
- ¿Quieres esté? Tu hermano subió una foto que decía que está súper rico -mi hermano se ríe y asiente.
- Claro... -comento en aceptación. Trataré de no juzgar el postre sin haberlo probado antes.
Terminamos de comer y se quedaron todos platicando. Cami agarro su teléfono y me envió una invitación para jugar un rato. Aceptar.
- ¡Hola!
- No puede ser, esto si que es algo extraño. No pensé volverlos a ver, niños.
Camila voltea ver hacia atrás. Subo mi mirada y no es nadie más que la srita. Isabell y el sr. Edward. Camila voltea algo preocupada y sonrío confiado. Intentando darle seguridad.
- ¿Por qué no se sientan juntos? -Inquiere Edward, después de todo, nos sentamos a la par de nuestros hermanos.
- ¿Están peleando? -Volteo a ver a ambas personas. No sé que responder a la pregunta de la Srta. Isabell y a la del Joven Edward menos.
- Lo que pasa es que, esté -Camila señala a su hermano- es mi hermano Mateo -su hermano asiente- y él -señala a mi hermano- es Matías, el hermano de Merlín -asiento y mi hermano también.- Los acabamos de ver. Desde hace mucho que no los veíamos. Entonces, ajá...
Isabell y Edward no preguntaron más, me alivié. Honestamente, no esperaba verlos, en cambio, Camila ya lo tenía en mente. Y, aunque ya me había advertido, no quería creerlo.
- Bueno, nos veremos luego... -comienza a irse Edward.
- Chicos -Isabell nos ve a ambos- mañana iremos a este lugar -le da un folleto de un sitio a Camila y ella me muestra la portada, es de arte al aire libre- me gustaría que nos viéramos. Me alegro de haber los visto. Y, ya se lo propuse a Ed... -Camila ríe- sé que a Camila le gustará escuchar la historia -Cami asiente- así que vayan y allá les contaré.
Camila asiente y sonrío. Isabell y Edward se despiden de todos los demás. Cuando ya están bastante lejos, Camila carraspeo.
- Bueno, familia, ellos son unos señores que se sentaron atrás nuestro y hablamos un poco -todos asintieron- así que solo es eso, ¿Creen que podremos ir? -Termino de hablar y todos sonrieron.
- Nosotros sí -habla la mamá de Camila y Mateo asiente. Camila sonríe.
- Por mí no hay problema -se encoge de hombros Matías y mi mamá asiente.
- Entonces todos iremos -exclamo contento.
Beep*
Beep*
Beep*
Reviso mi teléfono y tengo tres mensajes.
"Ahora que lo pienso... qué haremos con esooooooo!?"
Ese es el primer mensaje.
"Qué haremos, no me gusta mentir."
Este es el segundo.
"Merlín!!!!! CONTESTA KK!!!!! :v"
Y este es el tercero.
Que vocabulario más vulgar, por Dios. Me río.
"Tranquila, lo hablamos luego. No quiero evidencia escrita." Enviar.
Subo la mirada a Camila y observo como su expresión es una de "eres tonto". Sonrío antes de que suba la mirada. Alza la mirada y sonríe al verme reír un poco. Asiente confiando en mí.
"Que la comida y el día siga normal hasta la hora que podamos hablar tranquilamente ¿Esta bien, Querida conejita?" Enviar.
Subo rápido mi vista para no perderme ni una expresión de mi querida amiga.
Y no me pierdo del combo "No me jodas", "Deja la estupidez", "Mejor juguemos".
Levanta la mirada y me saca la lengua. Sonrío aun más y Camila hace un mohín de molestia.
Como amo molestarte, pero no debes estar segura de eso, no aún.
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Dulce o Truco
RandomPov. Merlín - ¿Por qué no eres más discreta? Camila me saca la lengua disimuladamente. - Ayúdame -ordena en un susurro. - No, no de nuevo. Además, esto es peor... No paran de vernos. -Veo de reojo hacía atrás. La señorita y el Joven nos ven con curi...