2. Soy Isabell y él es Edward.

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Pov. Camila

- Hey, ¿Qué piensas hacer durante todo el viaje? -Me acomodo. 

Uno de mis grandes defectos es: Aburrirme con facilidad.

- Bueno, pensaba escuchar música hasta quedarme dormido -se acomoda al igual que yo, pero en modo de"sleep".

No puede ser cierto. Esto será demasiado aburrido. Hago un pequeño mohín de molestia.

- En unos instantes se dará la autorización de desabrochar los cinturones y usar los aparatos electrónicos -anuncia una aeromoza y sonrío ante la información. Al menos, podré imitar a Merlín y escuchar música.

Merlín no suele hablar mucho, siempre me molesto esa parte de él, pero aprendí a sobrellevarlo. Además, no siempre es así, aunque, a veces es demasiado oportunista, si captan la referencia. 

Cuando dan la señal de poder hacer lo que dijo la aeromoza, escucho como un señor detrás nuestro se le confiesa a una señorita que esta, también, atrás nuestra. 

Que idiota ¿En serio, en un avión?

- EU, Isabell -eleva la voz en un tono divertido y sonrío. Pongo más atención- ¿Quieres casarte conmigo? -me río algo fuerte y de inmediato tapo mi boca, creo que me escucharon. Bueno, qué más da.

- ¿Escuchaste eso? -sonrío con pequeñas risas contenidas y Merlín me ve extraño. No me di cuenta que estaba sujetando su mano con fuerza.- A la mujer de atrás se le acaban de declarar y no creo que sea la mejor forma -vuelvo reírme, pero sin contener la risa y Merlín sonríe con ternura- no, te hablo en serio, es poco romántico y elaborado, pedirlo en un avión.  Es decir, si fuera una escena de que ella se va y que no la volverá a ver, pues sí, sería bonito, pero, no creo que sea la situación -Merlín se encoje de hombros. Es claro que no sabemos la situación, pero siento que no es así. Luego volteo, por última vez, hacia atrás y unos grandes ojos se encuentran con los míos. Aprieto la mano de Merlín y él voltea a verme.

Cuando mis ojos vuelven a chocar con los ojos de la señorita, intento desviarlos, pero me topo con los ojos del joven, me doy cuenta que si me escucharon y que no fui para nada discreta. La mujer me observa con comprensión y el hombre con algo de molestia. Y claro que debe de estar molesto, acabo de decir que su confesión fue una total mierda.

- ¿Eh? -sonrió tímida y pido ayuda con la mirada a Merlín. Él rueda los ojos. Lo sé, te estoy molestando mucho, pero ya sabes cómo soy.

Pov. Merlín

Esta chica va a matarme. Siempre hace lo mismo.

- Ella me entiende. Se ve que tu novio te pidió ser su novia de un forma muy bonita, ¿Verdad?

La mujer insinúa que somos novios. Tengo la sensación de qué es por habernos sentado juntos y que ella haya tomado mi mano hace un rato. Esto es realmente incómodo. Apreto los labios algo suave.

Veo de reojo a Camila y ella me ve con preocupación. Quiere que lo niegue, lo sé, pero no sé cómo decirle a la señorita que lo que dice es incorrecto. Me da demasiada pena corregirla.

- Claro que no son novios, Isabell -le corrige el joven. Camila y yo sonreímos algo aliviados, y apunto de asentir, la señorita Isabell lo mata con la mirada.

- Cállate Edward, tienen que serlo, mira como se sonríen. Eso es amor, pedazo de imbécil -se burla de él. Y Camila se ríe algo fuerte. Llamando, de nuevo, la atención de los presentes.

- Ay, perdónenme, es que dice que quienes se pelean es porque onda se traen -ríe algo socarrona y la regaño con un jalón en la manga de la muñeca. Camila me ve divertida y no quiero contagiarme de su alegría, pero es irresistible esa pequeña risita.

Dulce o TrucoWhere stories live. Discover now