Capitulo XV

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Estaba durmiendo tranquilamente.

Su cama era espaciosa, mas no era grande, simplemente, había espacio para dos personas en la misma, aproximadamente, pero como él solo era una, todo ese espacio no sería para nado más que él.

No tenía idea de que día era sin embargo, sabía que no tenía nada que hacer ese mismo, por lo cual decidió seguir durmiendo hasta tarde. Quería iniciar el día bien, con sus horas de sueño completas, o incluso hasta más, pero no todo en la vida es como lo planeas.

Los fuertes golpes a su puerta, y el pitido del timbre lo hicieron despertar forzosamente.

Era una persona con el sueño pesado, muy, pesado, además de que ama dormir, por eso cada vez que caía en la cama se dormía casi enseguida y no sé despertaba hasta el día siguiente, ya sea por sus alarmas o su propio horario orgánico, pero pese a ello, aquellos ruidos fueron demasiado estruendosos que no vio más opción que levantarse a atender a quien fuera que estuviera golpeando su puerta.

Salió de su habitación dirigiéndose hacia la entrada, al estar frente a la puerta acercó su ojo a la mirilla que ésta tenía y así saber de quién se trataba. Al mirar en ella pudo observar la silueta de tres personas que reconocía más que bien, en el pasillo. -- ¿Qué es lo que quieren? -- Murmuró mientras abrir la puerta de par en par dejando ver así a una chica, baja de estatura, rubia, con un aura y aroma agradables, acompañada de dos chicos, uno de ellos con cabellera naranja, altura promedio y con un semblante que demostraba energía, y el otro de cabellera negra, el más alto de esos tres y mirada intimidante. -- No es por ser grosero pero ¿Qué hacen aquí? -- Cerró la puerta tras ver qué los tres "intrusos" entraban a su residencia.

-- Antes que nada, buenas tardes. -- Shoyo pronunció aquello con algo de molestia, recibiendo un gruñido por parte de Tadashi.

-- Nosotros deberíamos ser los que estén molestos Tadashi-kun, llevamos varios minutos llamando y no respondías. --

-- Estaba durmiendo, y quería seguir así hasta más tarde. -- El pecoso era una persona amable, cordial y respetuosa, simplemente era ese tipo de persona que cree en la frase de "cosechas lo que siembras", pero si había algo que lo sacaba de sus casillas era que su ciclo de sueño fuera interrumpido por algo, o alguien más fuera de sus despertadores y su organismo, o que lo despertarán para cosas que no parecían ser importantes.

-- Pues que mal, ya es muy tarde para que sigas durmiendo. -- Hitoka lo reprendió con seriedad.

Yamaguchi era muy irritable por la misma razón, y cualquier cosa que pareciera "ser en su contra" solo lo molestaba más. -- No es tan tarde. --

-- Son casi las dos de la tarde. -- Tobio, quien se había mantenido en silencio, observando el departamento de su amigo, decidió hablar por fin.

-- ¿Qué? -- Hitoka y Shoyo asintieron, a lo que Tadashi procedió a buscar un reloj, o su celular, para comprobar, y efectivamente, ya pasaba de la 1:40pm.

Suspiró rendido. -- Te lo dije. -- Y las palabras de Tobio no ayudaron.

-- Bueno, bueno, bueno, dejando eso de lado ¿Qué hacen aquí? -- Decidió cambiar de tema mientras se dirigía al baño.

-- ¿Cómo qué que hacemos aquí? -- La rubia fue la primera en responder.

-- ¿Olvidaste que día es hoy? -- Ahora era el naranjo.

-- ¿Jabado? -- Salió del baño, con un vaso y cepillando sus dientes. Sus amigos lo vieron mal, excepto Tobio, él estaba en su refrigerador. -- La leche está atrás de la mantequilla. En la segunda. -- Dijo tras escupir en el vaso.

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