– Yamaguchi. – Llamó acercándose a su amigo. – ¿Quieres salir este fin de semana? –
– Ah, bueno, me gustaría, pero... – Kei estaba atento, esperando por una respuesta. – ...ya había hecho planes con Hitoka-san y los demás. – Tadashi evitaba cualquier contacto visual con el rubio.
– Ya veo. – Por alguna razón se sentía extraño, que su amigo lo rechazará otra vez le hacía sentir un tanto molesto.
– ¿Qué te parece el próximo? Esos días voy a estar libre y... –
– El próximo no puedo. – El pecoso observó a su amigo. – ¿Acaso lo olvidaste? – Silencio. – Es mi aniversario con Yukie. – Ahí estaba.
– Ci-cierto. – Respondió por lo bajo. – Un año ¿No? – El contrario asintió. Nuevamente se formó otro silencio, duró poco, pero para Tadashi fue una eternidad.
– ¡Yamaguchi! – Ambos jóvenes voltearon, era Kageyama. – ¡El profesor te busca! ¡Es para el club! – Exclamó desde la distancia.
– ¡De acuerdo! – Respondió comenzando a caminar hacia el azabache. – Entonces. – Murmuró. – Entonces será otro día. – Sonrió despidiéndose de su amigo.
Tsukishima solo lo vio irse con el ojiazul. – Si. – Dijo antes de comenzar a caminar del lado contrario. Se sentía enojado.
•
– Yamaguchi-kun ¿Ocurre algo? – Llamó la manager al notar la actitud del nombrado. Los otros dos voltearon a verle.
– No, no sucede nada chicos. – Respondió evitando tocar el tema.
– Vamos Tadashi, sabes que cuentas con nosotros. – Shoyo se le había acercado.
– ¿Tiene que ver con Tsukishima? – Habló Tobio, los otros le dedicaron una mirada desaprobatoria.
– ¡Kageyama! – Exclamó el naranjo yendo hacia él.
– Tobio tiene razón. – Murmuró sin levantar la vista. Pudo sentir las miradas ajenas sobre él. – Es solo que, la próxima semana, él y Yukie cumplen un año. – Sonrió al decirlo, más dolido no podía estar.
– Yamaguchi-kun. –
– No sé preocupen. – Se levantó del suelo. – ¿Podemos hacer donas? – Su amiga lo miró para luego asentir. Los otros tres se levantaron y salieron de la habitación en dirección a la cocina.
°•°
Ya había pasado una semana.
Tadashi estaba recostado sobre su cama, no tenía energías, ni siquiera para levantarse e ir al baño. Tenía su rostro sobre la almohada, y en sus manos un peluche de dinosaurio, este le había sido regalado en su cumpleaños.
– ...Tengo hambre... – Se dijo a si mismo. Su estómago rugió ante ello. – Ya se. – Suspiró y sus tripas sonaron otra vez. – Ya lo se. – El sonido llegó a sus oídos otra vez. – ¡Ya entendí! – Gruñó y giró en su cama hasta llegar al suelo, estando en el se quedó viendo a un punto sin específico, se levantó con pesadez para después salir de su cuarto yendo a las escaleras.
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• Unidos •
RandomTadashi amaba a Kei, su hermana también lo amaba. Se trago sus sentimientos por la felicidad de su hermana, pese a que sus acciones decían una cosa, su corazón decía otra. El pecoso, siempre estaría unido al rubio. _______________________ - Fanfic T...