Capitulo XIV

568 71 97
                                    

Media hora había pasado desde aquel encuentro en el supermercado, y tras esa media hora, tanto él como el rubio habían parado en una cafetería.

Estaban uno frente al otro, y de esa forma podían observar con atención al contrario. Cada uno de ellos había cambiado, Tsukishima ahora tenía el cabello un poco largo, haciendo que sus rulos se apreciaran mejor que antes, sorprendentemente era un poco más alto, ¿Era siquiera posible?, no le bastaba con ser más alto que la media, ya que incluso había crecido más, y por último, otra cosa que Tadashi pudo percibir fue su mirada, la mirada de Kei era la misma de siempre, esos ojos ámbar se veían igual pero por alguna razón, sentía que en estos había algo distinto, el punto ¿Ese algo era bueno, o malo?

Dejó de pensar y prosiguió a soltar un suspiro, le dió un sorbo más a su taza, de té, para poco después dejarla sobre la mesa. Los dos, Kei y Tadashi, llevaban las compras que habían hecho anteriormente, y éstas se encontraban a un costado de cada propietario.

-- (Deja vu?) -- Fue lo que pensó. Esa sensación se le hacia conocida, si, él ya había vivido una situación similar algunos años atrás. Él sentado en la mesa de una cafetería, acompañado por una persona cercana, de una u otra forma, a la cual no había visto en cierto tiempo prolongado, y justo después de haber realizado algunas compras. -- ¿Cómo te ha ido en este tiempo? -- La situación era muy parecida, pero está vez sería él quien iniciaría la conversación.

El rubio, al igual que el pecoso dejo su taza sobre la mesa. -- Pues, me ha ido bien. --

-- Eso me alegra. -- Sonrió. -- ¿Y la universidad? -- A lado de su taza había una plato con galletas, y así que tomó una al preguntar aquello.

-- Me gradué este año, hace algunos meses. -- Respondió llevándose un pedazo de pastel a su boca.

-- ¡¿Eh?! ¡Felicidades! -- Le dirigió otra sonrisa amplia. -- ¿Ya sabes que hacer después? -- Al escuchar eso Kei colocó sus brazos sobre la mesa, posando su cabeza entre sus manos.

-- No, y no quiero pensarlo. -- Gruñó, a la vez que sobaba sus sienes y una pequeña risa salió de los labios de Tadashi, ante aquello Kei solo gruñó una vez más, provocando otra risa por parte del contrario. -- Dejémoslo de lado. -- Bufo volviendo a comer de su pastel. -- ¿Qué hay de ti? ¿Cómo te ha ido en este tiempo? -- Cuestionó enderezandose en su asiento.

-- Con respecto a la universidad, me gradué el año pasado. --

-- Felicidades. -- Aquello fue dicho con una sonrisa, poco visible, pero muy notoria para el pecoso.

-- Gracias. -- Una sonrisa sincera, para otra sonrisa sincera. -- Y sobre el trabajo, decidí tomarme un año sabático. -- Un sorbo a su taza y la dejó nuevamente.

-- Increíble, quiero hacer eso. -- Mencionó divertido. -- ¿Residencia? --

-- Tengo un lugar. --

-- ¿Economía? -- Dijo llevándose la taza a sus labios.

-- Tengo dinero ahorrado en una tarjeta. -- Menciono con triunfo. -- Y mi mamá me prestó un poco antes de venir. -- Aquello fue dicho con una risita algo penosa. -- Se lo devolveré tan pronto empiece a trabajar. -- Tomó otra galleta y la comió.

Un corto silencio se formó, sin embargo Tadashi no lo notó. -- ¿Cómo ha estado ella? --

Lo miró durante unos segundos. -- Bien. -- Contestó con una sonrisa.

-- Ya veo. -- Pronunció. Tras eso no dijieron nada durante un rato, aquello no les molestó o incómodo, hasta sintieron que era algo así como un pequeño descanso necesario. -- Oye. -- Habló, el contrario lo miro. -- Respecto a lo que dije, aquella vez. -- Hablaba algo bajo, y con un poco de inseguridad, realmente disimulada. Dejó salir un suspiro. -- Lo siento. -- Dijo por fin. -- Solo hablé sin pensar, lo siento. --

• Unidos •Where stories live. Discover now