Durante una tormenta en Alaska

Su último aliento

Al finalizar el concierto, el público estaba eufórico, todos deseaban que Margoth cantara una canción más, pero el staff de artistas era largo y debían continuar con el festival. Me abrazó empujando todo su cuerpo junto al mío, nos abrazamos por varios segundos y en ese momento me quise quedar a vivir en sus brazos. 

Brittany se unió al abrazo, y luego nos llevó a un espacio donde había un gran banquete con comida y bebida para todos, abrimos algunas cervezas, y nos sentamos en una de las mesas estilo picnic que estaban en el espacio. Margoth se veía radiante, sonreía a más no poder, como si nada malo hubiese pasado antes de su gran presentación, como si hubiese olvidado todo lo mal que la pasó en manos de Billy y todo lo que tuvo que vivir de camino a mi cabaña. 

Me observó, era una de esas miradas de gratitud infinita en la que no hace faltan las palabras, pues, el brillo lo decía por sí solo. Alzó su lata de cervezas y dijo sonriente ¡salud! Brittany se encontraba con nosotros, su labio había parado de sangrar y lo había disimulado con exceso de maquillaje. Sonreía también, como si peor ya hubiera pasado. 

Estuvimos en el lugar por un par de horas, cervezas iban y venían, llenamos la mesa de todas las latas vacías, aquello era un desastre, la música aún se podía escuchar hasta nuestra mesa, todas las bandas sonaban muy bien, el público de vez en cuando llegaba para tomarse fotos con Margoth y ella se sentía toda una estrella, los saludaba como si los conociera de toda la vida, los trataba con mucha amabilidad. 

Más tarde las cervezas se nos subieron a la cabeza, y Margoth comenzó a sentir sueño. Brittany le comentó que podíamos dormir en uno de los camerinos de los talentos, así que, nos guió hasta uno de los camerinos. Margoth casi no podía caminar y a mí todo me daba vueltas, nos ayudamos uno al otro, no sé quién ayudó a quién, pero al final llegamos al camerino. 

Hacía frió y el lugar era pequeño, solo había un espacio para dormir, un sofá que también servía de cama, y dos personas ebrias para ocuparla. Brittany nos dejó en ese camerino y nos dijo que la noche aún era joven y que ella se iba a quedar para arreglar algunas cosa de producción para que todos estuviéramos bien. Así que, nos cerró la puerta y se marchó, no sin antes decirnos que la pasáramos bien nosotros, y le guiñó el ojo a Margoth. 

Margoth estaba demasiado ebria como para que entre los dos ocurriera algo, y yo estaba cansado de todo el viaje del día, así que no pretendía nada con ella. Margoth se acostó no sin antes quitarse toda la ropa. Yo intenté hacer que no se desvistiera, pero mi esfuerzo fue inútil. 

—Quiero sentir tu piel junto a la mía. 

—Margoth estás muy ebria, y no quiero aprovecharme de este momento. 

—Tonto, no es nada, solo que escuché que cuando hace frió lo mejor es quitarse la ropa y dormir piel con piel para que nuestros cuerpos se mantengan calientes. 

Entonces me fue quitando la camisa torpemente, mientras se reía y me decía que la ayudara. Tomamos una manta y sentí su pecho desnudo junto al mío. 

Intentaba mirarme y mantener una conversación, pero su nivel de alcohol era alto, el frío realmente se sentía en todo el espacio, pero su idea de mantenernos piel con piel realmente funcionaba. Hizo un intento fallido de darme un beso, pero se quedó dormida al instante. 

Me respiraba muy cerca del rostro dándome su último aliento, y en ese momento deseé ser parte de sus sueños.