Abril, voz de inocentes [Crónicas de Abril #2]

Más que solo suerte.

(Anula, En los Juegos)

La chica de aspecto felino reposaba en una de las ramas más altas de un árbol. Desde que comenzaron los juegos apenas se había trasladado, creía que era mejor que sus víctimas fueran a ella en vez de que ella fuera a sus víctimas.

Su mentalidad y su instinto depredador la hacían una chica realmente peligrosa, con una sed de sangre feroz y una agilidad increíble. De todos los participantes, sin duda ella sería la más fuerte de todos.

Ella pensaba constantemente, se preguntaba quién podría ganar si los juegos fuesen como los habituales, donde solo uno puede salir victorioso. Ella misma se hacía a la idea de que ella sería la ganadora, aunque ya no pensaba en ser la única vencedora.

No era secreto alguno que ella quería tomar vidas a lo largo de los juegos, de hecho, todos sabían que era una quimera verdaderamente sanguinaria, y que lo único que le impedía acabar con medio mundo eran las leyes.

Igualmente, Anula no era tan mala, incluso los seres despreciables como ella tenían su lado bueno, o como ella lo consideraba, su lado débil. Anula deseaba ver sangre a los largo de esos días, pero también esperaba hacer amigos, tal vez alguien igual de demente que ella, y que incluso después de los juegos fuesen unidas.

Fue en ese instante cuando escuchó el sonido de alguien acercarse de manera nada discreta, un blanco perfectamente indefenso.

-¡Muéranse todos!- se escuchó gritar a una chica, ella se acercaba sin saberlo a Anula.

Sus pasos eran silenciosos, pero el instinto felino de Anula le permitió saber que ella estaba ahí.

-¿Te puedo ayudar en algo?- preguntó Anula cuando la chica estaba justo por debajo de la rama donde ella se encontraba.

-Pues te agradecería que no me ataques, porque tendré que defenderme

-Y así hasta la muerte

-Exacto

Anula sonrió maliciosamente, haciendo que sus largos bigotes rodearan ambos lados de su cara de forma provocativa; sin duda alguna, esa chica pensaba igual a ella, la aliada perfecta.

-Tú eres la chica fantasma ¿No es así?- preguntó Anula. Estaba evaluando a la chica, solo para confirmar que sus personalidades eran parecidas.

-Tengo un nombre

-Estoy segura de que sí, pero lo que no sé es cuál es

-Thea

-Mucho gusto, soy Anula

-Mira, no quiero ser grosera, pero aunque en esta ocasión podamos sobrevivir todos los participantes, yo quiero ver derramada sangre

-Estoy de acuerdo, sería muy aburrido si eso no sucediera

-Veo que no soy la única sanguinaria en este lugar

-No, no lo eres

Thea sonrió, al parecer pensaba lo mismo que la felina, eran como dos almas gemelas, ambas buscando un mismo objetivo, luchando juntas por una misma misión.

Anula bajó ágilmente del árbol, cayendo de pie justo enfrente de Thea, ambas se miraron a los ojos, asegurándose de que ninguna estuviera mintiendo, fue reconfortante para ambas saber que la otra decía la verdad.

-¿Aliadas?- preguntó Anula mientras extendía la mano.

-De acuerdo- Thea estrechó su mano.

Ambas movían sus manos, parecía que habían hecho un pacto, uno donde lo que estaba en juego iba más allá de beneficios, estaban apostando sus vidas mismas.