Abril, voz de inocentes [Crónicas de Abril #2]

Solo pienso en muerte.

(Abril, punto de encuentro)

Ella ya había visto la muerte de esa chica en su visión, pero a pesar de ello, no pudo evitar cerrar los ojos cuando la escena se mostró. La sensación que sintió fue la misma a cuando veía películas de terror con sus amigas y aun cuando era la décima vez que la veían, seguían gritando.

Ni siquiera se dio cuenta de que Michael y Marcie habían dejado de pelear. Se le helaba la sangre cuando recordaba esa discusión, jamás creyó que sus amigos tuvieran una personalidad más malvada....

Antes, ella misma se consideraba una chica valiente, sin miedos significativos ¿Alturas? ¿Arañas? ¿Espacios cerrados? ¿Un asesino en serie? ¿Sangre en el suelo? Solo objetos de los cuales burlarse, ahora, sus temores eran más grades, le daba miedo incluso voltear. Su corazón dio un vuelco cuando escuchó a Leonardo llamarle.

-Abril, te necesitamos- dijo él con total seriedad.

-De acuerdo- contestó ella mientras se encaminaba hacia la puerta, luego volteó a ver a sus amigos y dijo —Traten de no matarse mientras no estoy-  y se fue con cierto toque de burla.

Entró al lugar, las oficinas de Mohamed, no habían cambiado en ningún aspecto. Miró al rededor, esperando encontrar el mismo recibimiento de siempre, pero este fue totalmente diferente.

-¡Abril, que gusto verte!- gritó la chica quimera recibiéndola con un fuerte abrazo.

-¿Quién lo diría?- comentó el ángel, que se acercaba a ella —Los juegos se ponen interesantes en su segundo día, felicidades- y sonrió como si fueran amigos de toda la vida.

-¿Podrían decirme qué ocurre? ¿Para qué me necesitan?- preguntó Abril, un poco confundida, pues el comportamiento del consejo nunca había sido muy amigable.

-Para hacer el brindis- respondió Leonardo con una sonrisa en el rostro. Él le pasó a la niña una copa con un líquido burbujeante.

Cuando Abril miró a su alrededor, todos se encontraban con las copas en alto, incluso Mohamed, cuyo rostro se ocultaba entre las sombras.

-Por Abril- dijo él con su terrorífica voz —Los juegos y su primera muerte-

A Abril le pareció que la voz de Mohamed sonaba algo ¿Alegre? No pudo evitar sonreír ante semejante locura, pensó que la bebida ya le estaba afectando sin siquiera probarla.

Ella alzó la copa, miró el líquido, se preguntó si no sería alguna especie de pócima, pero al ver como los demás bebían, ella decidió dar un trago.

-¿Qué te pareció?- preguntó Leonardo cuando todos comenzaron a alejarse con copas en mano y riendo.

-¿La muerte o la bebida?- dijo con tono gracioso en la voz Abril.

-Mmm... ¿La bebida?- preguntó él, con un comportamiento bastante inusual y sociable.

-Este...- Abril miró su copa, luego regresó la vista a Leonardo -¿Vino espumoso?

-Mi favorito

-Prefiero el vino tinto, pero está bien

-¡Esa chica sí sabe de vinos!- la risa del chico de hielo se escuchó al fondo, mientras gritaba.

Todos comenzaron a reír. Parecía que estuvieran en una fiesta mientras los juegos continuaban.

-Ven a festejar, Abril- pidió la chica fantasma mientras tomaba su mano y la acercaba al grupo.

-Sinceramente no estoy de ánimo- contestó la humana con una mueca en el rostro.

-Vamos, no todos los días eres ganadora y organizadora de los juegos- la hechicera agregó.