"Cuando te vea otra vez" || Genya Shinazugawa x Reader || Kimetsu No Yaiba

11 - Esperanza para la victoria.

Los ataques eran fuertes, su técnica era precisa y veloz. Reprimía sus ataques lo más que podía. Mi herida se había abierto, solo intentaba ignorarlo para seguir peleando.

Estaba cerca de entrar a mi límite... Mi cuerpo no era tan fuerte como el de Mitsuri, de ninguna manera. Aunque si poseía una fuerza superior al promedio, haciendo que pueda cargar entre 90 y 95 kilos de peso. Reemplazaba toda esa fuerza que me faltaba en los músculos con velocidad. No era la mejor manera.. Mi cuerpo es demaciado rígido para poder dominar otro aliento. El duro entrenamiento también me había dado mi incubador, fue clave para poder desarrollar esa fuerza monstruosa.

Esas bestias de madera eran gigantes. El cuerpo original de aquel demonio estaba siendo protegido por una gruesa capa redonda, además de los mounstros.

Iba esquivando y dando ataques evitando que me atrapen. Uno de aquellos mounstros, abrió su boca y empezaron a salir sus mismas versiones más pequeñas para atraparme. Logro agarrar mi brazo, justo con la mano con la que agarraba mi katana. Con su boca había cortado la manga de mi camisa.

Mi respiración estaba acelerada. Aprovechando el pequeño tamaño de mi oponente, levanté mi pierna para darle una patada y liberarme.

Mi plan funcionó, pero no había tomado en cuenta aquel otro mounstro detrás mío. Cuando voltee mi cabeza observé como su boca se abría, empezaba a liberar un ataque potente ataque de viento dirijido a mi.

Con aún mi katana en mano, salte a mi lado izquierdo, caí al suelo. Me levanté rápidamente y observé mi brazo. Tenía una marca por la mordida.

No pude concentrarme mucho en eso ya que el mismo dragón de madera continuaba molestando con esa ráfaga de viento.

Corrí por debajo de el y utilizando una postura lo corte a la mitad.

Observé como Nezuko y Genya estaban atrapados. El único que quedaba en pie era Tanjiro, quien luchaba a más no poder.

El desangre me estaba debilitando poco a poco. Quería ayudar lo más que podía, así que corrí para cortar aquellos mounstros que contenían a la demonio y al azabache.

Salte con una gran fuerza quedándome en la altura de la boca de los dragones, utilice la primera postura y una vez ya destruidos, el chico se dirigió a mi. - ¿¡Que estás haciendo?! ¡Mira toda la sangre que has perdido! - Me grito enojado. - ¡¡Este no es el momento adecuado para discutir!! - Le conteste también gritando.

Los dos ahora liberados y yo observamos como Tanjiro había sido dañado por una de las técnicas.

Estaba a punto de probablemente morir aplastado. Antes de que pudiera reaccionar, observé como salia volando en la espalda de... ¡¿Mitsuri?!

Todos miramos la escena sorprendidos. Dejo a Tanjiro a un costado para enfrentarse al demonio. ¡Este era el golpe de suerte que necesitábamos!

La pelea se desató luego de unos segundos, Mitsuri se adaptaba a sus ataques sin problema alguno. Ella se acercó para cortarle la cabeza, grave error... Aunque no sabía que ese no era su cuerpo original.

Cuando estaba a punto de advertirle, aquel sexto cuerpo soltó de su boca esa misma ráfaga que soltaban los dragones de madera. Ella cayó al suelo de rodillas inmóvil

- ¡MITSURI! - Debía hacer algo, necesitábamos hacer algo. No permitiría que mi maestra muera así.

Todos saltamos sobre ella y juntos la cargamos corriendo. - ¡DESPIERTA MAESTRA! - Grite desesperada por la reacción de la pelirosa.

Por los muchos ataques de la luna superior todo estaba nublado por el polvo. Tras todo ese polvo pude ver como estaba por ser aplastada por aquellos ataques. - ¿¡D-Dónde está mi katana?!