"Cuando te vea otra vez" || Genya Shinazugawa x Reader || Kimetsu No Yaiba

26 - Disgustoso envío.

- Muchas gracias por sus servicios Sr. Iguro. - Hora de despedirnos, era el momento de irme a la penúltima sección. - No agradezcas. - Su despedida fue poco inspiradora, no esperaba mucho.

Al día siguiente el pilar de la serpiente me dió, solo a mi, la autorización para pasar. Era algo curioso, al menos esto me beneficiaba.

Partí en la mañana, tenía un poco de frío pero no duró mucho, gracias a que el sol se volvió fuerte durante el mediodía. La caminata fue agradable, no paso nada demaciado importante.

Cuando llegue a la pequeña villa dónde se encontraba la finca del pilar del viento, ya podía sentir al hombre con su cara sacada de una película de terror, ¡No podía ser tan malo! Me había enfrentado a tantas cosas. Y ahora me intimida un tipo con cara de cangrejo.

Empecé a caminar por las calles, todo estaba en su lugar, era medianamente relajante tener la brisa del viento de mi lado.

Cuando llegue a la finca, el pilar ya estaba esperándome afuera. Lo saludé cordialmente y el a mi. - Buenos días, Sr. Shinazugawa. - Hice una reverencia, el inclino la cabeza como aceptación de mi saludo e hizo lo mismo. - Buenos días. Creí que vendría un grupo, esperemos que seas suficiente. - "¿Que tal malo podría ser?" Abundaba mi mente, esto no me sabía a nada bueno.

- Ven aquí y toma una katana. - Me llevo directo al sector de entrenamiento, de un lado había montones de bambú cortados a la perfección y del otro estaba el "campo de batalla" dónde ambos estábamos ubicados.

- Mi sección es simple de entender, aprenderás el verdadero manejo de katana. ¡No solo de katanas! - Levanto su puño. - No solo será un enfrentamiento de katanas, la batalla cuerpo a cuerpo es necesaria. Todo se vale durante la pelea, es simple.

- Tengo entendido que eres la tsuguko de Kanroji, así que supongo que sabes a lo que me refiero. - Y lo apretó mirando fijamente, dejé que mis cejas cayeran y me concentre.

- Esto es un verdadero entrenamiento, algo que te forjará como espadachín. - Orgulloso de sus palabras, tomo con más fuerza el mango de su katana y llegó corriendo hacia mi, como si hubiera sido disparado.

Ahora justo detrás de mi, a punto de golpearme la espalda, me agache y paté gracias a mi reflejo. Dió una vuelta por la gran velocidad que estaba manejando y retrocedió arrastrando sus pies, levanto sus talones y posando su mano en el suelo para no hacerse más atrás gracias a la gravedad.

¡Mitsuri tenía razón! Mis reflejos habían mejorado mucho, como un ultra instinto. - ¡No me subestimé! Mitsuri se esfuerza mucho para darme el entrenamiento adecuado, y yo para aprenderlo. - Suspire, levantándome y luciendo mi katana de madera.

- No lo hago. - Limpio su abdomen marcado. No solo había recibido mi golpe, sino que había dejado un poco de la suciedad de mis zapatos.

Cuando se repuso, ya estaba lista para atacar. Corrí para tomar impulsó y salte hacia el, girando por el aire, copiando la técnica que Mitsuri había utilizado conmigo antes.

El pilar se había defendido de todos mis ataques. Caí al suelo, levantando el polvo de la tierra por el golpe de impacto.

La pelea termino conmigo en el suelo, estaba llena de moretones. Si intentaba levantarme, Shinazugawa no dudaba en golpearme otra vez, aunque ahora estaba a un metro de distancia.

Este tipo era mucho más rudo que Iguro o Uzui, era una bestia, una máquina de golpes. - ¡Vamos mierda! - Grito. Temblaba por dentro, no por miedo miedo, era del enojo, me molestaba el hecho de que me tratara como basura.

- ¿Que pasa? ¿Te cansaste? - Pregunto, con la katana apoyada en su hombro y una de sus manos en su cadera. Empezó a caminar hacia mi, y se paró junto delante de mi cabeza. - ¿No te vas a levantar? - Al ver qué no contestaba, se agachó y acerco su cara a mía que estaba contra el suelo.