35 - Tras un lago de emociones.

3.2K 255 697
                                    

- ¡Se siente como volver al pasado! - Entre muchos de esos aperitivos dulces habían algunos mochis que me eran un vivo recuerdo a Mitsuri. - Me alegra que sepan bien, creía que podrían saber mal. - Murmuró rascando su cabeza, reí mientras tomaba otro y con una sonrisa insistí a qué lo tomará. - ¿No has comido aún? ¡Toma, al menos un poco! - Le alcancé con mi brazo extendido.

Al acceder, me quedé mirándolo esperando a que metiera ese dulce en su boca y comenzará a masticarlo para poder estar segura de que estaba comiendo, ¡No podía perderse algo tan bueno! - Si, está bueno... - Tapo su boca para que no viera cómo masticaba, creo que se sentía demasiado observado por lo que tuvo que hacer algo para que deje de hacerlo.

- ¿Cómo te ha ido con Himejima? ¿Has hablado con él? - Preguntó un rato después de terminar de comer. No me sentía capaz de decirle que me habló sobre que el hablo sobre mi con él, prefiero evitar la vergüenza. - No mucho, solo lo normal. Es muy amable, pero también puede dar mucho miedo al mismo tiempo. - Conteste pudiendo dar una respuesta no muy "reveladora", por decirlo así. La conversación hizo que perdiera el sueño, no escuché que Genya bostezar o ver que empezó a sentir fatiga así que supongo que a él tampoco.

Cuando ya habías terminado media caja de dulces comencé a pensar, volver a reflexionar y decidí insinuar sutilmente lo que me estaba pasando con la roca. - He estado intentando mover esto hace tiempo, pero aún no lo consigo... - Señale la roca con un notable desgana, tomó uno de los mochis que quedaban mientras lo miraba esperando a que dijera algo al respecto. - ¿Quieres que te ayude un poco? - ¡Bingo!

- Bueno, si tú quieres no tengo problema con eso... - Sonreí mirando como se levantaba, había salido más rápido de lo que pensaba. Me levanté justo después de que él lo hiciera, dejando las cosas que teníamos repartidas por el suelo en un lado, nos acercamos a la roca y el empezó a hablar sabiamente. - Himejima me ha enseñado algo llamado "movimientos repetitivos", al usarla tienes que recordar momentos de tu vida que te causen dolor e irá, eso hace que tu temperatura corporal y la velocidad de los latidos de tu corazón aumente. - Explico brevemente, yo asentí a su lado esperando a que continuará, pero creo que eso era todo. - Puedes hacerlo estando sola, es más fácil hacerlo así.

¿Cosas que me hagan enojar? Debería pensarlo, sentir dolor es un poco más fácil, pero creo que él tiene razón y debería hacerlo cuando esté sola. - Ya veo... - ¿Pedirle que se vaya sería como echarlo? No quiero ser tan brusca, hace tiempo que no lo veo y quiero pasar tiempo con él. - Creo que se lo que quieres decirme. - Titubeó levantando las cosas que anteriormente había dejado de lado, para luego voltear su cabeza y mirar cómo de repente había empezado a intentar empujar la roca con todas las fuerzas que pude reunir.

- ¡DESCUIDA, NO ES NECESARIO QUE TE VAYAS! - Grité mientras continuaba con mis brazos estirados. - Estaba pensando en que tal vez querías que guardara esto para más tarde, pero eso también es razonable. - Al terminar con su primera acción, se acercó y me observó de lado para luego tomar la palabra otra vez.

- ¿Qué es lo que te hace enojar? - Preguntó, se cruzó de brazos y continuó mirándome como siempre. - Los demonios... - Dije mientras continuaba intentando, lo único que podía ver ahora era esa gran piedra que tanto me molestaba. Se acercó un par de pasos y volvió a preguntar, excusando que no había escuchado gracias a lo bajito que hablaba.

- Entonces piensa en ellos, piensa en los demonios. - Cerré mis ojos bruscamente intentando concentrarme, veía la nada absoluta mientras continuaba haciendo fuerza para mover mi objetivo.

Sentía la vista de Genya sobre mi, no era totalmente incómodo, pero me preguntaba qué estaba pensando ya que se había mantenido callado y ahora mismo, probablemente, me esté viendo. - ¡Maldición! ¿Cómo se supone que haces esto? Es tan complicado... - Me queje luego de haberlo intentado durante alrededor de una hora, de distintas maneras debido a la frustración. Me arrodille rendida apoyando una de mis manos rojas en el suelo, con otra en la misma piedra buscando un buen rumbo, para simplemente terminar al lado de la otra.

"Cuando te vea otra vez" || Genya Shinazugawa x Reader || Kimetsu No YaibaWhere stories live. Discover now