Sus ojos

Jugando con la masa.

Capítulo 20:

-Terminamos. -Le dice la rubia a mi hermanastro.

-Estoy arto que me trates así, Diana. Yo te amaba. Terminas conmigo y luego me dices que querías regresar. ¿Ahora terminas conmigo otra vez? -Pregunta con frustración Adam.- ¿Sabes qué? Tú no terminas conmigo, yo lo hago. Yo te digo a ti que terminamos. Vete de aquí. -Adam se empieza a poner rojo de la furia.- ¡POR UN DEMONIO, VETE DE AQUÍ! -Diana brinca por la sorpresa.- ¡AHORA, CARAJO! -Diana sale llorando de la casa y aporrea la puerta.

-¿Qué pasó ahí? -Le pregunto a Adam desde el segundo piso.

-Maldita sea, ya no me volveré a enamorar de alguien. -Sus ojos se empiezan a llenar de lágrimas.

-¿Ahora por qué terminaron? -Le pregunto.

-No sé, está loca, ¿quién no va a querer a un Adam? ¡Por favor! -Sonríe coquetamente aunque sus ojos reflejan tristeza. Sube las escaleras y queda frente a mí.

-¿En serio la querías, verdad? -Lo abrazo.

-Sí, aunque el amor ya se estaba acabando, por parte de los dos. -Responde a mi abrazo.- Fue mi primer amor. ¿Sabes? Las otras chicas no significaban nada, eran sólo un pasatiempo. -Su voz se cortó.- Odio el amor. Es un asco. -Las lágrimas salieron. Yo sólo acariciaba su espalda para calmarlo.- Esto es como un déjà vu.

-Aunque esto sí pasó. -Susurro. Adam ríe sin gracia.- Cuando me besaste.

Diablos, ¿Era necesario decirlo?

-Creo que ese fue uno de los peores besos que he dado. -Adam se separa de mí.

Ahora que lo pienso... Peters no fue mi primer beso, fue Adam. Mi primer beso fue robado por mi hermanastro. Que maravilla *nótese el sarcasmo*.

-¿Estás bien? -Me pregunta Adam preocupado.

-Sí, es que... Bueno, no, olvidalo. -Cierro los ojos y camino a mi habitación. Adam me detiene.

-¿Qué pensaste? -Frunce el ceño.

-Es que... Amm... -Me muerdo el labio para no decirlo, aunque es imposible. Los ojos grises de Adam me ven fijamente, su agarre se hace más fuerte para que evite salir corriendo. Suspiro.- Tú fuiste mi primer beso. -Adam abre los ojos al máximo, luego alza las cejas y hace una sonrisa pícara.

-Tu primer beso fue uno muy malo, pero conmigo. -Me guiña un ojo.

-Sí, esto no se repetirá. -Sonrío y le doy una palmada en el pecho.

-¿Ya te gusta otro, linda? -Aprieta más su agarre.

-No me gusta. Me encanta. -Remarco esta última palabra.

-Me alegro. -Se acerca a mí.- Ahora tendré que aguantarme en no abalanzarme a ti para plantarte un beso. -Susurra en mi oído. Me quedo boquiabierta.

-¿Q-Qué? -No puedo hablar por la impresión de lo que acabo de escuchar.

-Lo que escuchaste. No sabes cuántas ganas tengo de probar esos labios. -Susurra coquetamente. Siento mi cara arder. Adam lanza una carcajada y me suelta.- Sólo recalquemos: no tienes novio, vivimos juntos, no tengo novia, pero somos hermanastros, lamentablemente, no podremos llegar a ser algo. -Me guiña un ojo y se va a su habitación.