Tanjirou trabaja en una cafetería a tiempo completo pero un día se encontrará con el ciclón que pondrá de cabeza su vida y las de los que lo rodean.
Inosuke siempre ha vivido su vida despreocupadamente, pero eso cambiará al encontrarse a alguien, má...
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Habiendo recorrido tantas calles que ha perdido la cuenta, Tanjiro se llenaba de culpa a cada esquina que doblaba y no daba con Inosuke.
Kyoujuro estaba algo alterado también pero le dijo que estaba bien, que cosas así pasaban seguido.
Debió sentirse un poco aliviado luego de escuchar ese comentario por la persona que parecía lo más cercano a una figura paternal para el pelinegro, pero pese a ello, eso solo le inquieto más.
¿Siempre se perdía? ¿Sintió la desesperación de no encontrar un lugar seguro al que aferrarse tantas veces?
Eso solo lo hacía sentir peor.
El estaba allí. Estaba junto a Inosuke, con el allí se suponía que cosas así no debían de pasar, no quería que pasarán. Era su deber velar por el en ese momento y me había fallado.
La ciudad es grande, apenas y pueden cubrir los puntos principales de la ciudad con todos los contactos que tienen, sería una suerte encontrarlo antes de que amanezca y si es así el chico de los ojos esmeraldas dormirá solo en la interperie hoy, por su culpa.
Y en todo caso de que si lo encontrarán...¿Cómo lo miraría a los ojos?
¿Lo odiaría?
El adolescente de rasgos refinados y peronalidad caótica tomo su mano para darle un soporte en la montaña rusa y no lo soltó incluso antes después de bajar...hasta que aparecieron.
Desde ese momento...ya había dejado de prestarle atención a Inosuke, aunque fue el quién lo llevo allí desde la tarde hasta que volvieron no se giró a mirarlo ni por un segundo.
No pudo...de nuevo, no pudo...
—¡TANJIRO!—
—¿Uh?—
Dos cálidos brazos familiares lo envolvieron sin previo aviso, toda la conmoción y sorpresa estaba escrita en su rostro.
Sintió como la otra parte casi lo ahogaba sosteniéndolo fuertemente como si temiera que escapara si lo soltaba.
Correspondiendo el abrazo luego de sentir que no era un sueño, emociones complicadas nacieron desde su interior.
Entre esa telaraña de confusión sintió un rastro de temor que lo hizo incapaz de mantener las lágrimas dentro de sus párpados.
...
Inosuke estaba extremadamente feliz.
Hace un momento el tipo extraño que lo acompañaba se fue en un auto sospechoso sin siquiera revelar su rostro entero. Cómo lo supuso, evidentemente era algún subordinado de la mafia o quizá una organización de espías encubiertos.
Bueno, el punto es que la persona aburrida se fue y luego encontró a su pelirrojo corriendo por allí, quizás se prepara para una maratón. Estaba jadeando y agitado como si correr fuera a darle un premio millonario.
Realmente lo había extrañado, sin embargo, se asustó al sentir gotas caer en su hombro.
¿Porque estaba llorando el chico de la linda sonrisa?
—¿M-Monjiro? ¿Qué te duele?—
—...—
—¿Te estoy abrazando demasiado fuerte? ¿Tienes fiebre? ¿Monitsu te dió comida picante por accidente de nuevo?—
El mayor de los hermanos Kamado solo negó con la cabeza la última vez aún negándose a soltar al pelinegro.
Hashibira no rechazo está acción porque quería que el pelirrojo lo siguiera abrazando, ya que pocas veces lo hacía, pero seguía preocupado por el estado de Tanjiro.
A parte de ello, también había una sensación rara...de alguna forma sentía inquietud de la otra parte, sintiéndose inquieto el también.
Se sentía como si algo no estuviera del todo bien.
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