14: Dudas

327 51 20
                                    


Tanjiro estaba realmente confundido, le confundían todas las emociones tensas que lo invadieron de repente.

La preocupación, la culpa, la tristeza y la felicidad que sentía ahora mismo le hicieron percatarse de que le había tomado mucho cariño al pelinegro en poco tiempo, mas, no tenía en claro si eso era algo de lo que enorgullecerse.

Dejó que un extraño formará parte importante en su vida sin conocerlo demasiado, realmente algo sensato que haría una persona precavida, eh.

Pensaba que debía tener una conversación con Hashibira pero no aquí y lo ahora, sabía que estaba demasiado emocional y los transeúntes que estaban cerca los empezaban a mirar raro.

No es como si nunca lo  hubieran mirado raro en la calle, Zenitsu se ponía a llorar y hacer un drama en público cuando no pagaba las palomitas en cine imitando la personalidad de una novia traicionada, pero ahora no está de ánimo para ser el entretenimiento de alguien.

—¿Tanjiro?—

—Oh...si, vámonos—

—Espera...¡dijiste bien mi nombre!—

—No.—

—¡Si!—

—¡Dije que no!—

—¡¿Entonces todo este tiempo me llamabas con esos absurdos apodos apropósito?!—

—¡Lalalala!—el anteriormente perdido se tapo los oídos con las palmas de sus manos y empezó a caminar a la dirección opuesta, avergonzado por haber sido expuesto inconscientemente—¡no te puedo escuchar!—

—¡Inosuke! ¡Espérame, ese no es el camino a casa!—el pelirrojo que olvidó su anterior intención de ser discreto siguió caí corriendo a un azabache con las mejillas enrojecidas—

Vaya que es rápido.

...

Cuando Tanjiro se dió cuenta de que había perdido su importante línea de pensamiento pasada ya estaban tomando café con galletas de chocolate caseras que fueron hechas por Giyuu luego de tener un monólogo completo del pelinegro taciturno y el secretamente aliviado bicolor de cejas prominentes.

Quizás ya era tiempo de esa charla.

Ahora ambos se encontraban solos ya que los dos adultos opuestos se fueron a contactar a los demás que salieron a buscar al de ojos esmeraldas que sin cargo alguno de consciencia casi se atragantaba con galletas.

—Hey, Inosuke—

—¿Mmhm?—

—...Come más despacio...—

Asintiendo Hashibira obedeció al pelirrojo sintiéndose de pronto extrañado por los ojos esquivos del otro.

¿Estaba enojado con él? ¿Talvez...talvez sienta que es demasiado problemático estar con alguien como él?

Inosuke Hashibira podía llegar a ser muy despistado pero estaba consciente de que a veces era un problema para los que lo rodeaban.

Siempre tratando de zambullirse en una corriente nueva sin temor a caídas aunque si a no tener a alguien que esté allí para animarlo a levantarse.

Sabía que nadie estaba dispuesto a preocuparse sinceramente por alguien si no estaban familiarizados, eso estaba bien, el tenía verdaderos amigos ahora a los que apoyaba y por los que era apoyado pero el ya se sentía como en casa con ese pelirrojo de tranquila voz y temperamento tolerante y terco.

Esperaba que no fuera el único sintiendo esa conexión porque por primera vez en su vida dudo luego de haber atravesado la ola.

Por otro lado, el mayor de los Kamado no se atrevía a mirar a los ojos a su contrincante de aceleración de latidos, avergonzado de haber pensado que la expresión y las acciones del pelinegro eran lindas y satisfactorias.

¡Es realmente vergonzoso estar reflexionando sobre cómo empezar el tema del apego y luego quedar atrapado por dos faros de luz tan brillantes como hermosas perlas en un estante de porcelana y perder la idea, realmente vergonzoso!

Ah, ¿porque tenía que abultar sus mejillas y ladear la cabeza pensativo como una ardilla?

Realmente ahora estaba entrando en pánico por sus propios pensamientos, esperaba no sentir lo que estaba pensando que sentía.

O...¿esperaba sentirlo? ¿es así?

Inosuke era una persona tan maravillosa y agradable, ¿quién no podría caer por el?

Ambas hojas en blanco en el tema del romance estaba pensando muy profundamente enfocándose en distintos puntos pero coincidiendo en algo que desde ese día no podrían cambiar.

Querían al otro permanentemente en sus vidas y por mucho tiempo.





...




¡Lamento tanta inactividad! ¡En serio!
Acepto los tomates de todos y espero que sean pacientes, perdí los separadores que usaba y me tomara algo de tiempo hacer otros.

¡Pero esta historia ya no está congelada, tengo mucha inspiración desde hoy sobre la trama!

Hey, pelirrojo! (Inotan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora